Para pensar y pararse un momentito a pensar. Cuando lees esto en el blog de Nicholas Carr a cuenta del supernoticiónquetecagastodoenuno de la inyección de capital en el proyecto FON por parte de San Google & cía:
When Web 1.0 startups wanted to build buzz, they bought Super Bowl ads. When Web 2.0 companies want to build buzz, they buy bloggers.
También hay que leer las reflexiones en Joho the Blog, donde escribe David Weinberger, que es uno de los citados. Todo surge de este artículo publicado en el Wall Street Journal. Allí dicen:
…influential commentators on the Internet who write blogs — including some who may be compensated in the future for advising FON about its business.
Most of the nine members of FON’s U.S. advisory board, including former newspaper journalist Dan Gillmor, technology author David Weinberger and Internet-law expert Wendy Seltzer, wrote about FON on their blogs late Sunday.
Y en palabras de David Weinberger, creo que muy acertadas, la cuestión es:
The interesting question Rebecca raises is whether «influential» (her word, not mine) people on the Web can advise a company and still be honest in their blogging. The subtext is: Bloggers need a code of ethics, just as journalists do.
Y yo añado: como tod@s en este vida, como tod@s en esta vida.
Os recomiendo la lectura de los dos posts completos, son 5 ó 10 minutos. Luego a pensar un poquito en quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos. Si estamos solos en la galaxia o acompañados. Siniestro total, blogger inocence? Pues va a ser que… vete tú a saber qué.
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1 comentario
Yo creo que el mundo de los blogs tiene un elemento de compensación que los medios tradicionales no tienen: si «El País» te parece parcial puedes dejar de comprarlo si quieres, pero no puedes decir que te parece imparcial a todos sus lectores, ni contar las noticias como tú las ves.
En la blogosfera, si un blog te parece que no es imparcial, puedes decirlo (comentarios), puedes contar tu versión de la película (en tu blog), puedes «contrarrestar» su efecto en definitiva.
Y si eso lo multiplicamos por miles de lectores de blogs… a lo que voy es que en la blogosfera es mucho más fácil perder esa condicion de «influential» que en la vida real. Y si a alguien se le ve el plumero, tiene muchas probabilidades de caerse del burro enseguida. Así que más les vale (nos vale) andarnos con cuidado.
«la edad de los insectos llegará»