Consultoría, docencia e investigación son maneras de intentar atrapar lo que ofrecemos. Quizá hasta que no se concreta en un proyecto, en un taller, en unas clases en la universidad o en una mentoría son solo un burdo intento de reducir su complejidad. Sea como sea, siempre tenemos la intención de poner lo mejor en cada una de esas actividades. No se trata solo de hacer lo que acordamos en el contrato de prestación de servicios, sino de acompañar en un proceso que nos provea de una nueva perspectiva para enfocar el futuro. Sí, lo podemos llamar consultoría, docencia e investigación. Pero en el fondo se trata de compromiso. Y de humildad, la de reconocer que ambas partes aprendemos en el viaje.