De blogs y ciclos vitales: buenas y malas noticias

No sé si desde aquel marzo de 2005, fecha en que abrimos este blog, había pasado alguna vez que estuviera un mes sin escribir nada en él. Creo que no, que nunca este humilde blogsito había disfrutado de semejante tranquilidad y sosiego. No obstante, quizá lo ilógico es escribir casi todos los días. Mientras tecleo estas líneas veo que hasta hoy son 5.033 los artículos publicados. Demasiados, ¿verdad?

El 16 de junio pasado fui abuelo por segunda vez. Hay situaciones que lo cambian todo. Esta es una de ellas. Mis 58 años me han obsequiado con la oportunidad de disfrutar de dos criaturas que, eso es, lo cambian todo. No solo por el tiempo la intensidad que les dedicas, sino porque vuelves a entender la relevancia de los cuidados en nuestra sociedad. Levantarse con la simple idea de que tienes que cuidar a otras personas es tan natural como la vida misma. Sin embargo, me temo que hemos comprado otro modelo: el de una sociedad en permanente busca del santo grial de la eficiencia. Cuidar a alguien no puede caer por el sumidero de las mediciones y la eficiencia. No es el momento. Simplemente pasa a primer plano y ya está. La prioridad no puede ser otra. Y, por supuesto, el sistema debe entenderlo de esa manera y proveer cobertura para que pueda seguir siendo así.

Hace unas semanas participaba en una sesión que convocó Euskalit para compartir los cambios que se introducían en la nueva versión del Modelo de Gestión Avanzada. Allí se habló, entre otras cuestiones, de que «en relación a la conciliación de la vida laboral y personal, se anima a la búsqueda de enfoques personalizados, teniendo en cuenta la diversidad (género, edad, trayectoria, situación…)». Sin magnificar la dimensión individual y única de cada cual, es importante reconocer que tenemos que cuidarnos mutuamente y eso pasa por entender que la escala de prioridades, según nuestro momento vital, es diferente.

He estado algo más de tres semanas dedicado a lo que creo que tenía que dedicarme. Sí, no he abandonado algunas cuestiones laborales, pero pasaron a un segundo plano. En ese mismo saco quedó este blog. Él ya me conoce y sabía que no se iba a mosquear conmigo. Son demasiados años de relación como para permitirnos estas licencias. Seguiré escribiendo aquí, no hay duda alguna. Otra cosa es la intensidad. Él sabe que mis prioridades son las que son en función del momento vital en que me encuentre.

No quería terminar este artículo sin una mención a una de esas noticias que uno no querría recibir nunca. Ayer miércoles, 19 de julio de 2023, se celebró el funeral por la muerte de Dani Gutiérrez Porset, Danitxu. Un tumor cerebral se lo ha llevado por delante. Yo le conocí hace muchos años en el entorno de Aprendices y luego, por amigos comunes, llegué a hacer cierta amistad con él. Era, desde luego, un hombre comprometido con el software libre y estaba implicado en un montón de causas vinculadas con la justicia social. Con poco más de 50 años, de repente, de un día para otro, te dan la noticia. Y se acabó. Tras quimio y radioterapia que no funcionan, desapareces. Sigues presente en el recuerdo de los demás, eso sí. Tenemos que hacerlo, es nuestra obligación. Un abrazo, estés donde estés. En su presentación en Aprendices decía de sí mismo:

Difícil hacer una autodescripción breve, pero para este lugar lo dejo en «Promotor de software libre» y «Ser ávido de multiaprendizaje libretecnológico».

Imagen de bingngu93 en Pixabay.