Competir supone llegar antes que el vecino. Incluso cabe la ambición de llegar primero. Competir te conduce a la promoción de tus colores. Buscamos el éxito para sacar la cabeza sobre las de los demás. Así que hay que darle duro. Nadie regala duros a cuatro pesetas.
Nuestra investigación sobre la economía abierta muestra, sin embargo, otros caminos posibles. ¿Y si disfrutamos más de no competir? ¿Para qué grandes negocios?, ¿para qué grandes cuentas?, ¿para qué más y más, mejor y mejor? No hace falta ser el mejor de la clase. ¿Quién quiere ser excelente? Ya, las empresas y su paradigma de ventajas competitivas y liderazgo de clase mundial. Vale, pero ese es un modelo, no «el modelo».
Existen multitud de mercados locales, contenidos en tamaño y suficientes para vivir y dejar vivir. Se tiñen de hiperlocalidad, de acuerdo. Pero no dejan de ser de dimensión humana, una de las características que asignamos a la empresa abierta. Crecer no tiene por qué ser la única opción.
Quizá haya que pelear por no crecer, por ser microbio y comprenderse como parte de un todo. Pero es importante no querer ser el todo. Siendo parte es suficiente. E incluso se vive mejor.
Las librerías están llenas de estúpidos mantras de altius citius fortius. Baldas llenas de ganar y conquistar. Incluso de enamorar a los clientes… para aprovecharte de ellos. Así que puesto el objetivo, se enfila la senda del éxito y se nos dice que el camino será duro y lleno de batallas. Hay que joderse con la épica del management moderno. Y ahí, en la mierda, a pelear.
No me jodas, ¿vale?
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La imagen en Flickr es de Uriel Akira.
17 comentarios
entiendo tu reflexión desde la reivindicación de la diversidad. Hay sitio para todos y tu concepto de empresa es el ejemplo. La ambición no tiene que dirigir unicamente a ser el mas grande, ni el mas fuerte. Lo importante es estar conforme con uno mismo y con lo que se hace. Si algunos estan promoviendo el «management del exito» a costa de aplastar a la competencia ese es un camino valido para algunos pero lo que nos caracteriza a los humanos es la diversidad siendo una de ellas la de pensamiento. Keep on rocking!
Me encanta. Lo comparto en mi Facebook, que es mi rincón de los pensamientos que merecen la pena (además de las sobremesas largas). Gracias, Julen.
Leyendo este apunte me doy cuenta de que hace tiempo que no voy descaminado en bastantes de mis planteamientos personales, que desde luego suelen ser «algo» incomprendidos por personas que se han movido en mis entornos profesionales.
Afortunadamente, llevo ya el suficientemente tiempo disfrutando de mis actividades profesionales, precisamente por no haber sido las actuales lo ambiciosas que fueron en mi juventud.
Creo que es una forma de pensar a la que llega cualquier persona que se sienta dueña de sus actividades y haya recapacitado en algún momento sobre su carácter y evolución personal.
Si no intentas ser el mejor no vas a llegar ni a ser medianamente bueno.
¿No choca este post un poquito con aquel de «Empresa abierta rentable», o de título similar?Algo habrá que competir -no tengo claro con quién,eso es cierto- para que la empresa te dé al menos para vivir, ¿no? Quizás la ambición desmesurada del capitalismo típico sea mala consejera, pero no le va a la zaga la falta total de ambición, creo yo.
Hay gente que piensa que entre quienes no tienen ambición, quienes elogian la pereza y demás gente sin espíritu ni ilusión, el mundo se va a parar… Igual es lo que hace falta!!
Ayer en etb2 echaron CLIK, una comedia americana sobre la vida y su supeditación al trabajo, hasta que deja de haber vida. Como es lógico, ahí anda la moralina holliwodiense, pero la verdad es que la peli no tiene ni puta gracia!!
Y sino, pues igual hay que diversificar ambiciones (lo que no significa parcelar la finca de Jesulín).
Hay que ver qué juego le has dado a mi FB, ¡mi muro echa humo! Hasta algunos de l@s amig@s menos dados a las reflexiones filosóficas lo han compartido y comentado. Enhorabuena por tu poder de sugerir y generar conversación.
@joseoce Es que vivimos en un mundo donde ante todo, éxito y ambición. Y creo que hay otras formas, sin más.
@celita, gracias por llevarlo a tu rincón y que te de movimiento al muro de facebook 😉
@jemarba, seguramente que somos muchas/os, aunque quizá no hagamos demasiado ruido 😉
@Paulo Toro, prefiero dejar que otra gente sea la mejor, no pasa nada. Y quizá no sea ni medianamente bueno.
@Mak, el artículo que comentas va en la línea de este que he escrito. La «rentabilidad» hasta ahora se ha usado sólo en su parte económica. Y así nos va. Mientras pueda, no seré yo quien se pegue por llegar a lo más alto del podium. Hay alternativas. ¿Competir? No te preocupes, que porque cuatro pringaos no lo hagamos, el mundo no lo va a notar 🙁
@Ricardo, yo siempre pienso que somos una mierdecita en una esquina del sistema. Prefiero jugar en esa esquina con reglas más amables que luchando por el gran éxito que te lleva a otro tablero. Me quedo en la esquina con mi falta de ambición.
[…] aquí empalmo con Julen y su último post. Está claro que con esta mentalidad de cabeza de ratón nadie va a invertir en nosotros si el […]
Qué grande eres Julen… si paso alguna vez por tu ciudad prometo pagar las cervezas 😉
Qué poco a menudo se ven personas con ideas diferentes y que no se amedrentan por ir a contracorriente… al contrario, leyéndote parece que hasta disfrutas de la brisa! jejeje… Bravo. Ojalá se contagiará eso… ¿me pasas un poquito?
Y es cierto… seguro que somos muchos más, aunque no se nos vea…
Saludos!
sergi
Interesante, va de encuentro a absolutamente todos los valores que nos meten por los ojos desde el cine, la tele, la historia, cultura de empresa? implicación? workaholic? trabajas para vivir o vives para trabajar?
La semilla me parece interesante y válida.
Julen, dices: «Ya, las empresas y su paradigma de ventajas competitivas y liderazgo de clase mundial. Vale, pero ese es un modelo, no “el modelo»»
Nos venden «el modelo», pero a que coste?
No creo que ser bueno, o el mejor , en lo que haces signifique querer y «necesitar» aplastar a los demás en beneficio propio (negocios) o a su defecto controlar todo el mercado local… o las mayores cuentas. (no significa necesariamente que sean las mejores)
Reflexión garantizada y aplicación practica posible.
Gracias por compartir Julen Iturbe-Ormaetxe
Hola Julen,
No pretender ser «el mejor» o «el más grande» no significa necesariamente no tener ambición, ¿no? A mí el concepto de ambición me parece sanísimo, entendido como actitud de superación de uno mismo y de ganas de mejorar individual y colectivamente. Otra cosa es que se esté entendiendo de una manera concreta lo que significa superarse y mejorar… pero para qué renunciar a una sana ambición que nos lleve a todos a mejores lugares¿?¿?¿?
Yo no renuncio a la ambición, pero sí renuncio a interpretarla únicamente como «ser el mejor» y eliminar al resto del juego… Me gusta la idea de que es estupendo reconocerse con orgullo como parte del sistema y no como el todo… Me declaro «ambiciosa».
Agur,
Ane
@Sergi, ya habrá tiempo 😉
@Pedro Jorge, de nada 🙂
@Ane, yo no lo tengo tan claro. Supongo que llevas razón, que hay ambición sana. Pero mira que alguien nos ha metido por los ojos la competitividad frente a la cooperación como «norma». Ya sé que voy a decir una bestialidad: creo que el 90% de quienes ocupan puestos de gerencia en las empresas son personas ambiciosas… por el lado negativo. Ya me gustaría encontrar análisis comparativos de cierta profundidad relacionados con la personalidad de gerentes.
En fin, cada cual hablamos desde nuestra experiencia. Quizá la mía no sea estadísticamente representativa de nada. Pero es lo que he visto. ¡Qué le vamos a hacer!
[…] este blog hemos machacado mil veces que hay hueco para el negocio contenido y sin excesiva ambición. El crecimiento en facturación se justificaría si somos capaces de distribuirlo entre nuestra red […]
[…] recordado a mí mismo cuando en este mismo blog en un par de ocasiones he escrito sobre el asunto: Reivindicando la falta de ambición y Por una actividad profesional sin ambición. Conexiones […]
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