Plata quemada, de Ricardo Piglia #NovelaNegra 01

by Julen

Año nuevo, sección nueva en el blog. Quienes leéis este blog quizá ya sepaís de otra de mis aficiones: el género negro. En esto sencillamente me he dejado llevar por la experta en la cuestión, no vamos a levantar falsas expectativas. La podéis leer, entre otros sitios, en Calibre 38. Aquí en casa creo que, sobre todo, si hay literatura de algún género, ese es el negro. Como decía, en gran parte me dejo llevar, aunque luego de vez en cuando resulta que me engancho a un autor o a una autora y empieza a deborar su obra como un auténtico yonqui. Me ha pasado con la serie de Harry Bosch, de Michael Connelly, o con la de Harry Hole, de Jo Nesbø.

Así que he pensado escribir de vez en cuando aquí algún que otro post al finalizar la lectura de una novela que me haya llamado la atención. No leo como lo hace aquí la experta, capaz de hacer una crítica que dejaría a la altura del betún cualquier pretensión en ese sentido por mi parte. Sin más, pretendo dejar rastro de ciertas piezas que, como digo, me han dicho algo. La sección la inaugura una novela brutal.

Entre el primer y el segundo día de este 2021 he leído Plata quemada, de Ricardo Piglia. Sí, esta es otra de las características de cómo suelo leer el género negro: si me engancha y consigo sacar tiempo, la novela en cuestión cae en un cortísimo espacio de tiempo. Y este ha sido el caso. En dos días novela terminada. Bien es cierto que son solo 227 páginas y que el estilo en que está escrita ayuda a una lectura compulsiva. La novela parte de una investigación que el autor realizó sobre unos acontecimientos que sucedieron entre el 27 de noviembre y el 6 de noviembre de 1965 en dos ciudades, Buenos Aires y Montevideo. Y ya lo digo desde el principio: es literatura descarnada que busca reproducir la forma en que se expresaban originalmente sus protagonistas. No apto para sensibilidades blandas.

Aunque entre medio se va desarrollando la trama, básicamente la novela se apoya en dos hechos: el asalto a un furgón cargado de dinero y el asedio de la policía al lugar en el que se parapetaron los delincuentes cuando les terminan por descubrir. Entre tanto, uno va descendiendo por lo mas sombrío de nuestra especie y hasta termina por empatizar con seres humanos que parecen haberse dejado en el camino la humanidad con la que, teóricamente, nacieron.

La novela juega con el relato periodístico (el autor es parte implicada bajo su «otro» nombre»: Emilio Renzi) porque entremezcla constantes referencias a lo que los medios publicaron en su día con otras partes más propias del relato novelado. La droga, la violencia, la corrupción policial y política, la esquizofrenia o el maltrato en toda su expresión es la materia prima de la que se alimenta la obra. Quizá pudiéramos pensar que no existe, pero a veces la realidad se empeña en dejar atrás a la ficción. Sí, es una novela, pero los hechos allí están, 55 años atrás, cuando yo apenas había nacido. Hoy, en 2021, ¿acaso no podría repetirse algo similar? De todas formas, no hay que olvidarlo: es un novela. Y hay quien se ha empeñado es desmontar el «parecido con la realidad» porque entre la ficción y la realidad aprecen dilemas éticos que no conviene olvidar.

Hay que decir que la jerga utilizada provoca que mucho vocabulario se nos quede en el camino. Quizá, para hacerle justicia, habría que ir consultando el significado concreto de palabras que uno no puede sino ubicar en ese otro mundo sórdido y de delincuencia feroz.

En fin, es la primera obra que leo de Ricardo Piglia y me ha entrado la curiosidad por el resto de su obra. Piglia falleció en 2017 a los 76 años, afectado de ELA, tras una carrera académica que transcurrió en su mayor parte en Estados Unidos aunque volvió a Argentina en 2011. Escribió la novela en dos momentos diferentes: el primero, con la investigación en sí muy cercana a los hechos; mientras que el segundo no sucedería hasta casi treinta años despué,s cuando retomó la obra debido a una casualidad. Decir también que hubo una adaptacion cinematográfica (20011) del cineasta argentino Marcelo Piñeyro. Si gustan, Plata quemada: delito, paranaoia, complot y marginalidad, como se describe en la contraportada.

Plata quemada está publicada en la colección Narrativas hispánicas de Anagrama.

Imagen de Intellectual en Pixabay.

Artículos relacionados

2 comentarios

Seis cuatro, de Hideo Yokokama – Consultoría artesana en red 25/01/2021 - 06:23

[…] Esta reseña forma parte de la sección sobre novela negra que inauguramos con Plata Quemada, de Ricardo Piglia, y a la que siguieron American PSycho, de Bret Easton Ellis, y Sangre en la luna, de James […]

Responder
Sangre en la luna, de James Ellroy – Consultoría artesana en red 12/02/2021 - 18:55

[…] novelas que he leído –os recuerdo que antes de American Psycho el primero que reseñé fue Plata quemada, de Ricardo Piglia– han cubierto mi cupo de truculencia. Aunque, bueno, esto es novela negra y de por medio siempre […]

Responder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.