Esta es la primera novela que leo de Georges Simenon. Supongo que es uno de esos autores clásicos europeos que forma parte obligatoria de la historia del género negro. El volumen de su producción te deja pasmado: 192 novelas publicadas bajo su nombre y una treintena de obras aparecidas bajo 27 seudónimos. Según datos de la Wikipedia, atesora la pequeña cantidad de 550 millones de ejemplares vendidos. Bueno, pues que añadan otro, que, por fin, he leído una novela de este prolífico escritor belga.
Simenon conoció la bohemia en París y su vida es todo un manojo de experiencias que, no cabe duda, le sirvieron como materia prima para sus novelas. También pasó diez años en varios lugares de Estados Unidos (más madera para su producción literaria) antes de regresar a Bélgica. Un tumor cerebral benigno, un meningioma, le afectó durante sus últimos años de vida y, según parece, le convirtió en otra persona, huraña y malhumorada. El último giro de guion sucedió cuando se operó a los 83 años y renació de nuevo aquel hombre dinámico, vividor y divertido previo al meningioma.
Maigret y la vieja dama podría entenderse como una de las típicas novelas de Simenon: corta, con un trama sencilla y una culpabilidad «suave», por decirlo de alguna manera. Conocemos a una mujer mayor, con su encanto y atractivo, muy especial: «No se imagina lo mucho que ocupan las manías cuando una vive sola.» A medida que vamos sabiendo detalles de un primer asesinato, desarrollamos un vínculo particular con la anciana. Luego vendrá un segundo desliz. Cosas que pasan. La manera en que avanza la trama sitúa al lector en un lugar adecuado para entender que, bueno, por qué no, quizá no sea tan grave eso de asesinar a alguien. Estilo Simenon, no cabe duda.
Al bueno del inspector Maigret le dedicó nada más y nada menos de 75 novelas, además de otras 28 novelas cortas. O sea, una producción suficiente para perfilar a este sagaz investigador. Por momentos parece que estás leyendo a Agatha Christie. La acción de Maigret y la vieja dama sucede en un pueblo real de la costa normanda en Francia, Étretat, con sus acantilados, sus personajes relacionados con la mar y las típicas enemistades entre quienes han tenido buena y mala suerte en la vida.
Simenon ha sido un autor cuyas novelas han sido llevadas a la gran pantalla y también a la televisión en numerosas ocasiones. En fin, que no podía suceder que en este humilde rincón dedicado a la novela negra no apareciera una reseña de una de sus novelas. Diría que es una especie de juego para una tarde en la que no tengas mucho que hacer ahí fuera. Te sientas, te pones cómoda, y en dos o tres horas, te ventilas esta novela de Maigret. Luego otra cosa es que te animes con las 74 restantes, claro está.