El país equivocado, de José Javier Abasolo #NovelaNegra 55

Seguramente que si preguntas por un representante de lo que se ha venido en llamar Txapel Noir, José Javier Abasolo saldría en todas las quinielas. Por desgracia, falleció recientemente. En esta sección del blog ya publicamos en su día la reseña de La luz muerta. Era la segunda de las novelas con Goiko como protagonista. De esta serie, me quedan aún por leer la tercera y la cuarta: La última batalla y Demasiado ruido. Todas ellas han sido publicadas por Erein, como es el caso de El país equivocado, la novela que reseñamos en este post.

La novela arranca en Nueva York. Allí, Steve Beasko, un policía retirado que ahora trabaja para una compañía de seguros, recibe el encargo de volar hasta Bilbao para repatriar el cadáver de un ciudadano americano. Estamos en la época de postguerra y Bilbao está sumida en aquel ambiente gris, lluvioso y de actividad industrial en torno a la ría. Por supuesto, la dictadura marca el ritmo de la vida de muchas personas. Así que la investigación para conseguir que el cadáver regrese a suelo americano se complicará.

Desde luego que para quienes vivimos en esta parte del sur de Islandia, la novela tiene mucho encanto. Además, está aderezada con una buena colección de acontecimientos verídicos de la época. Revisitar el Bilbao de los años 50 no tiene precio de la mano de Abasolo. Siempre con sus dosis de humor y sus guiños a los clásicos americanos del género negro, la novela se hace muy entretenida de leer.

Steve Beasko juega en la liga de los tipos duros que sucumben al encanto de una mujer que les hace bajar del pedestal. La novela también se acerca a los clichés del género mientras vamos asistiendo a un pase de personajes propios del contexto de represión policial. Los ganadores de la guerra civil van mucho más allá de sentirse moralmente con la razón. El enemigo lo sigue siendo después de derrotado y no hay problema en continuar con la aniquilación. El cadáver que hay que devolver se metió donde no le llamaban. Y hay consecuencias.

Como digo, la mano de Abasolo se ve enseguida en el texto. Una pena que no podamos volver con él a novelas como esta, muy lograda en cuando a ambientación y siempre, además, fiel al género. En fin, sirva como pequeño homenaje a quien ya no está entre nosotros.

La imagen destacada del post es de Xavier y está tomada de Flickr.