Catedrales, de Claudia Piñeiro #NovelaNegra 07

by Julen

CatedralesSon ya varias las novelas que he leído de la argentina Claudia Piñeiro. Todavía, menos mal, me quedan algunas más para seguir disfrutando de sus historias duras, penetrantes para viajar por el lado oscuro del alma humana. Eso sí, lo mismo algún día puedo recurrir a su literatura infantil para rebajar un poco la tensión, ¿no? Sí, Claudia Piñeiro es una mujer a la que leo con mucho gusto. Y desde luego que su última novela, Catedrales, publicada por Alfaguara, me ha encantado. Podemos decir que es género negro, pero olvídate de escenas trepidantes y detectives macho alfa. Aquí estás ante una muerte que no es producto, en sentido estricto, de un asesinato. No hay quien haya apretado el gatillo o quien haya hincado el cuchillo hasta extinguir una vida. No hay asesinato; hay quizá algo mucho peor.

El cuerpo de una chica de diecisiete años, descuartizado y calcinado, es el punto en el que convergen los seis capítulos y el epílogo. Cada uno desde la perspectiva de un personaje diferente. La trama avanza desde estos siete puntos de vista para completar un relato oscuro en toda regla. El hecho es el que es, pero la forma en que llega a él cada uno de los personajes confiere a la historia un plus de interés. Además, claro está, de la conexión gallega, que la hay. Orígenes son orígenes, en el caso de esta mujer 😉

Tenemos también un detective, aunque con un papel no demasiado estelar porque la familia pesa mucho en la historia. Eso sí,  nos ayuda a distinguir entre la visión del criminólogo y la del criminalista.

… el criminólogo estudia por qué se cometen determinados crímenes en una sociedad, estudia el hecho en su conjunto, no un caso particular; su objetivo principal es lograr que, a la larga, ese delito pueda prevenirse. En cambio, la materia de estudio de un criminalista es un caso concreto; debe analizar la escena del crimen, recolectar las pruebas y otras cuestiones que ayuden a determinar, en esa situación específica y única, quién mató y por qué.

El caso es que no hay crimen. Y a partir de aquí comienza la construcción de un edificio (una catedral quizá) que incluye dentro de sus muros la fe, católica en este caso, el amor y la familia. Todo ello bajo una paradoja omnipresente entre lo reconfortante y lo patológico. En este camino vamos entendiendo qué fue lo que sucedió y vamos naturalizando la degradación moral a la que puede conducir la religión. La novela comienza con un descubrimiento, el de una joven adolescente, hermana de la fallecida, que reconoce que no cree en Dios. Claro que su hermana ha sido descuartizada y quemada.

Como digo, es una novela que va sumando la mirada de cada uno de los distintos personajes para entender finalmente qué fue lo que sucedió. La autora nos lo explicaba en una entrevista en La Vanguardia:

Lo que más me gusta contar es eso, quiénes son esos personajes y por qué hay tantas personas que piensan distinto en el mundo, más allá de la trama en sí misma, que en este caso es una trama policial.

Si quieres leer más novela negra de Claudia Piñeiro, tienes donde elegir: Tuya, Las viudas de los jueves, Elena sabe, Las grietas de Jara o Betibú. También te recomiendo otra novela que es, en gran parte, una especie de crónica familiar muy especial: Un comunista en calzoncillos. Creo que ahora mismo Claudia Piñeiro está entre mis autoras de género negro favoritas. En fin, vuelvo a lo que decía al principio: me ha encantado Catedrales, un paseo por lo más siniestro de la fe.

Este es otro post más de la serie que vamos dedicando, poco a poco, al placer confeso de leer novela negra 😉

Imagen: Rodrigo Fernández, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

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1 comentario

Sol de sangre, de Jo Nesbø – Consultoría artesana en red 09/03/2021 - 05:30

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