Ayer cumplí 54 años. Un privilegio si miramos hacia atrás en la historia. Vidas sujetas a su momento histórico. Y al lugar en la escala de privilegios. Yo prefiero el vaso medio lleno. Vivimos donde nos toca y suerte que no lo hicimos en otras partes del planeta que salieron peor paradas en el reparto de boletos. Así que no me quejo.
Hay quien me decía que hay que ir a por otros 54. Quizá sea todavía pronto para mirar a esas cifras. Estiramos, estiramos, pero la cantidad no asegura la calidad. ¿Querremos alargar a pesar de todo? ¿Habrá un punto final y después nada? Que cada cual se fabrique su convicción. Hay barra libre.
Sigo estirando cada pedalada. Todavía no me resigno a no hacer lo que he venido haciendo en los últimos años. Sí, ya sé. Un texto imposible dice: protusión central L5-S1 y circunferencial L4-L5, y una hernia central y lateral izquierda L3-L4 asociada a protusión circunferencial discal. ¿Y? El saber no ocupa lugar, pero aquí la moral va por barrios.
En fin, somos esclavos de nuestro tiempo. La psicología evolutiva debe reencontrar la sucesión de momentos en que hemos convertido nuestras vidas. Hay que reescribir los manuales. Tercera edad, cuarta y lo que venga después. Hay casillas que son puro insulto: más de 50 años. Como si fuera el fin. Que llegará, claro que llegará. Me voy al rincón del pensar. Hasta luego.
12 comentarios
Muchas felicidades Julen!!
Por la imagen que has puesto en este artículo, no hay dudas de que te conservas muy bien… a pesar de esos informes
Sigue rodando por la vida como tú sabes, sin fijarte en donde ni cuando aparecerá “la meta”
Un abrazo!
Me tengo que automedicar con convencimiento personal de que, sea lo que sea, puedo hacerlo 😉
La columna se resiente (y no sólo) pero vamos desarrollando, incluso sin saberlo, pequeños mecanismos para compensar. Reaprender a mirar, yo diría que de eso se trata.
Te deseo un año intenso y apasionado 🙂
Un beso
Habrá que aprender a convivir con estas limitaciones. No pasa nada; de momento he decidido ignorar un poco esos nubarrones…
curioso lo tuyo…ya sabes que el que es joven…es joven toda la vida…sin embargo…igual que ahora eres un joven de 54…tambien fuiste un viejo de 16…¿a que eras extrañamente maduro comparativamente en esas tiernas edades? Quizas aquella vejez y esta juventud sean lo mismo…consciencia. Abrazos
Soy un chavalín, cada vez más. No tengo duda alguna, Goio 🙂
yo te comprendo a tope…por ke me veo parecido en algunas cosas…como la necesidad de darle caña al cuerpo y las cada vez mayores limitaciones para ello…sin duda alguna, eres más chavalín fisicamente (y también en muchas cosas mentalmente…a la vez que mucho más maduro…curioso como pueden convivir ambas versiones) que la mayoría de teenagers y veinteañeros…sin embargo, ellos tienen una ventaja…estadisticamente, al menos, les queda más tiempo…para ir descubriendo y disfrutando su chavalinidad…muchos no la descubriran nunca…pasarán de teenagers descerebraos a viejos descerebraos…otros sereis cada vez más jóvenes aunke el cuerpo se empeñe en decir lo contrario…cada vez más la juventud es una actitud vital!!
Actitud ya intentamos, pero el tiempo nos va colocando en nuestro sitio. ¿Y sabes qué? Que tenemos que cogerle el gusto a cierto sosiego físico. Hay que saber hasta dónde podemos llegar pero, sobre todo, hay que saber disfrutar llegando (o no) allí. Creo que muchas veces nos autoexigimos demasiado. Me refiero a lo físico. Aunque a lo mejor lo podíamos extender a otros órdenes de nuestras vidas.
Muchas felicidades, Julen!
Espero que des/den con la fórmula para que, de una forma u otra, puedas seguir disfrutando de la bici por muchos años.
Un abrazo!
Nos empeñaremos en seguir como siempre, cabezonería al poder jeje
«Más de 50 años» Qué horror de casilla 😉
El año que viene entramos en los «Días dorados» de Paradores 😛