Tres años para una nueva etapa

Cuando en 2003 comencé a trabajar en torno al proyecto de Consultoría Artesana en Red, una de mis ideas fundamentales fue la de vincularme a la actividad académica a través de la universidad. Cierto que nunca pensé en ello como dedicación completa pero el acuerdo al que llegué con ETEO, hoy Enpresagintza, la Facultad de Empresariales de Mondragon Unibertsitatea, satisfizo mis aspiraciones de largo. Desde entonces he podido combinar la consultoría con otras actividades de docencia, en grado y postgrado, e investigación. Todo un lujo, la verdad, para los tiempos que corren.

Al de poco de comenzar esta etapa «universitaria» enseguida pensé en sacar el doctorado. De hecho, el primer post que escribí en este blog, allá por marzo de 2005 tenía bastante que ver con ese asunto. Pero el tiempo me fue poniendo en mi lugar. La dedicación que requería la tesis y seguramente mi falta de compromiso real con la idea del doctorado lo fue colocando en vía muerta. A falta de nutrientes, terminó por morir aquel intento. Pues bien, a partir del próximo curso académico, lo voy a retomar.

La decisión ya es firme. Tengo que concretar unos cuantos asuntos de intendencia pero me voy a dar tres años para variar de alguna manera el rumbo de mi actividad profesional. ¿En qué sentido? Bajaré al mínimo la actividad de consultoría. A no ser que hablemos de compromisos muy cercanos, la prioridad va a estar en lo académico. En este próximo curso 2015-2016 me quiero matricular en un postgrado de la universidad relacionado con el cooperativismo y la economía social. Son créditos necesarios para empezar las cosas de nuevo por el principio. Lo haré con itinerario investigador, una opción que me permite realizar el proyecto fin de máster como paso inicial del doctorado.

Ya, claro, esto debe ser la crisis de los cincuenta. Puede ser. Estos doce años, desde 2003 hasta la fecha, han supuesto una etapa muy fructífera tanto en lo económico como en lo profesional. Así que de alguna manera que ahora me tome tres años, el primero para el máster de cooperativismo y economía social, y los dos siguientes para los cursos de investigación y para el desarrollo de la tesis, lo veo en cierta forma como un paréntesis. No sé muy bien todavía cómo le sentará a mi metabolismo, que es inquieto por naturaleza. Seguiré con las labores docentes y de investigación en la universidad y mantendré algunos compromisos de formación y consultoría. Pero serán los menos.

En junio tengo que formalizar los trámites con la universidad para matrícula y ese tipo de cosas. Se abre un nuevo tiempo. Curioso, termino ahora una reflexión estratégica con un cliente con el que hemos acordado que esa es la expresión que mejor define su «momento»: abren un nuevo tiempo. Yo hago lo mismo. Con la humildad de reconocer un fracaso anterior con el doctorado. Y como buen humano, allá voy, a intentar no tropezar dos veces con la misma piedra. En cualquier caso, nos seguimos leyendo.

En próximas entregas compartiré algunas ideas de mi idea sobre tesis doctoral. Tendrá que ver con la bici de montaña. No digo más. Por ahora.