La realidad acaba por contenerse dentro de aquellas dos pastillas. Fuera de ellas todo resulta inabarcable. Una y dos. Cada una de ellas tiende los puentes que fueron bombardeados por las líneas enemigas hace ya muchos años. Ahora todo se reduce a reconectar las comunicaciones allá arriba en el centro de mando. Las pastillas son la mejor defensa. Solo hubo una manera de normalizar su percepción.
Claro que las dos pastillas conducen cada vez más hacia otro inquietante escenario. La supuesta normalidad se enreda sobre puntos de locura que actúan como minas en el camino. La ruta está sembrada de trampas. Los mil ojos no siempre sirven para detectar el peligro. La cordura se empeña en arrimarse a la locura. Son compañeras de viaje, con cómplices de un guión maestro del sobresalto. Un susto sigue a otro susto.
El castillo de la normalidad no es lugar seguro. Las murallas se vienen abajo. Una maraña de pensamientos convertidos en obsesiones se adentran en el laberinto de pasadizos y escaleras que no llegan a ningún lado. Las paredes se estrechan, la respiración se acelera y entonces las pastillas explotan sin hacer efecto. Una detonación muda que solo se siente muy dentro pero cuyos síntomas enseguida aparecen. El mundo resbala, cae y otra vez llegan los fantasmas.
Todo el mundo pendiente de las pastillas en un carrera desenfrenada para escapar de la locura. El milagro en forma de química. Anhelo, ansiedad, fe y una inmensa dosis de placebo. Las pastillas son lo que tú quieres que sean. El mundo queda encerrado allí dentro. Las coges o las dejas. Las dejas. El riesgo continúa. Da igual lo que hagas.
La imagen es de ashley rose en Flickr.
2 comentarios
Estimado Julen.
Me gustó mucho tu artículo, coincido contigo en la singularidad de este mundo loco; justo ayer tuve la experiencia de saber lo que puede suceder en un segundo, debido a un accidente de mi hijo, en que crees?: La bici de montaña.
Te quiero pedir tu autorización para publicar tu artículo en mi blog: La reflexión semanal (www.lareflexionsemanal.blogspot.mx).
Gracias, un abrazo.
Sin problema, Paco. Este blog que está licenciado con Creative Commons by-sa. Es decir, con citar la fuente y compartir con la misma licencia es suficiente. Un abrazo.