Pensamientos de un balón olvidado

by Julen

Pelota viejaUno se imagina con qué intensidad debió de ser utilizado. Golpes continuos, un día y otro, y otro más. ¿Serían niños?, ¿niñas? Poco a poco fue perdiendo la piel. De tantos roces, de tanta violencia, de tanto ir y venir. Fue dejándose su ser y quedó al final olvidado en el borde una acera.

Es mirarlo y salir del momento presente. ¿Cómo comenzaría su declive? Cualquiera sabe. Pero algún día tuvo que comenzar. Un día una mano se posó sobre él y sintió que ya no era como antes. Aquel cuero se empezaba a ajar y abría las puertas de su ocaso. Hoy las señales del paso del tiempo son más que evidentes.

¿Dónde está el cementerio para este balón? Me temo que ya no queda hueco para el tributo final. Anciano ya, perdido y desorientado, su muerte es inminente. Ahora en estado catatónico sobrevive a través del olvido. Pero su final está cerca. Solo hace falta que alguien se dé cuenta de su estado inservible. Y las cuchillas serán las encargadas de ajusticiarlo, de quitarle su esencia y dejarlo en nada. En material reciclado.

Quién sabe. Quizá alguna anomalía del comportamiento humano encuentre en él una interesante compañía. El síndrome de Diógenes podría preservarlo y hacer que su existencia se prolongue hasta que la razón vuelva a escena. No, su destino está ya escrito. Su vida fue una que ya no es. Inservible, inmóvil, sabe que todo ha acabado. Y mientras espera su ejecución sumaria solo vive de sus recuerdos, de aquel griterío infantil. Voces que crecieron, se hicieron adultas y se olvidaron de él. Como no podía ser de otra forma.

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