Momento equivocado, lugar equivocado. La mala suerte de hacer coincidir tiempo y espacio. Nada que reprochar en la lotería de la vida; te ha tocado vivir aquí. Por eso la estadística es tan cruel. Aquí, sentado, no puedo sino reconocer la inmensa suerte que la lotería me ha proporcionado. No vivo en el lugar equivocado ni en el momento equivocado.
Abajo, las aceras dejan escuchar algún que otro borracho. Cada cual arrastra su existencia. Quizá incluso haya quien se deslice por el sumidero de la escoria humana. Porque se lo ganó a pulso o porque el pulso lo ganó a él. Busca razones en el pozo de su depresión, pero sabe que todavía le queda mucho que escarbar. Aquí también se fabrican momentos y lugares equivocados. Pero no es lo mismo.
En la lotería del nacimiento nos ha tocado el premio gordo. Hemos nacido en el primer mundo. Aquejado de muchos males, pero sin cercenarnos la posibilidad. Casi todo es posible e incluso probable. No está del todo mal; nos ha tocando un momento y un lugar. Pero había otros momentos y lugares. Variables que se hubieran impuesto sin piedad en nuestras vidas. ¿Acaso no marca de por vida ser inmigrante? Estar en un lugar del que los demás dicen que no eres.
La crueldad cabalga a lomos de la casualidad. Triste reparto en el que a unos toca, por nacimiento, el papel de héroe y a otros el de villano.
9 comentarios
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Me temo que hay demasiados villanos incapaces de reconocer a los héroes que llegan a su lado. Estúpida altanería que les impide mirar siquiera de tú a tú, cuanto menos cruzar unas palabras. ¿Acaso se es consciente de la suerte de haber nacido en el lugar y momento no inapropiado?
@davidrjordan, la conciencia sobre el lugar y momento es cuestión de cada cual. Pero sí, se olvida muy a menudo. Sobre todo cuando no te tocó el inapropiado.
Coincido plenamente, Julen, en la lotería que nos ha tocado a muchos, no siendo así, por desgracia, a otros.
Y no sólo por el tiempo y el lugar, importantísimos ambos, desde luego, sino también por la que nos toca personalmente.
Unos son altos, guapos, inteligentes, de buena cuna… Pero estos «dones» hay que saber manejarlos, no con altanería, como dice Jordan, ya que nos han «tocado», no hemos influído en ello, pero sí lo hacemos en cómo los utilicemos, en la buena educación demostrada, en el tipo de persona que llegamos a ser, en nuestro altruismo para repartir parte de nuestra lotería.
@amale, la estadística se ha portado bien con nosotras/os, no cabe duda.
Que buen post. Me recuerda la cuestión del desarraigo, la expulsión de los griegos como peor castigo y la muletilla del «mejor país del mundo». Vivas donde vivas, parece que lo de la loteria se repite: hasta el nacido en un lugar puede ser extranjero, dado que no reconocerse parte lo hace de otro lugar…
Saludos y siempre atento a tus post.
Gustavo
neocivis.es
@Gustavo, me alegro verte de nuevo por aquí. Los lugares son construcciones humanas. La lástima es pensar que hay personas que merecen ser de un lugar porque otros no quieren. Lástima.
Querido Julen que acertada tus palabras y pensar que fue una lotería ese lugar geográfico en donde nacimos y a veces también al que nos desplazamos.
Falta de empleo, precariedad laboral, frecuentes entradas y salidas del mercado laboral y ADEMÁS enfrentarse a los estereotipos, prejuicios, minusvaloración social, discurso social negativo.
Por favor dale una miradita a la campaña «En realidad no tiene gracia» de CR
Un saludo
@Nathalie, gracias por la referencia a la campaña de la Cruz Roja. Dejo aquí el enlace por si alguien quiere echarle un vistazo: http://www.enrealidadnotienegracia.org/