Un mar de dudas

by Julen

Inmóvil. Aterido por el frío metálico de la decisión demorada. Envuelto en un artificio de desasosiego, no hay alternativa que satisfaga la duda. La espiral se enreda en el cerebro una y otra vez hasta encontrar nuevos puntos de partida casi idénticos entre sí. Desolación y tristeza, puro artificio sentimental.

Extraño que llegara a aquella situación. A su alrededor sólo se dejaban ver los suaves tonos de la tranquilidad. Sin embargo, un proyecto en sí mismo reconfortante viraba hacia aguas turbulentas. Porque los recovecos del alma esconden sorpresas que se dejan embelesar por tormentas lejanas. Los truenos que antes apenas se oían allá a lo lejos conforman ahora una sintonía plena de estruendo emocional.

Un paso adelante que no es sino una alternativa más. Y no parece tampoco la adecuada. Sólo representa otra razón para desconfiar. Armada de razones, esa alternativa añade otro ladrillo para construir la incomprensible mole del desasosiego. La razón se resiste pero es inútil. Son las enfermedades modernas, urdidas en los laboratorios de la opulencia. Tiempo para pensar. Cruel inductor.

Llegando al final, no hay respuesta. Ahí sigue todo igual. Un rompecabezas cuyas piezas proceden de diversos desechos. Por más que lo intentes, es imposible reconstruir las ruinas originales.

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La imagen en Flickr es de IShutterToThink.

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1 comentario

Consultoría artesana en red » Dos semanas pirineando en bici 23/10/2011 - 08:24

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