De aquí al verano estaré leyendo novela negra noruega. Bueno, no solo novela negra, sino también otro tipo de literatura, pero, ya que soy aficionado al género, aprovecharé para repasar a algunas de las firmas de este país nórdico. Esto tiene que ver con mi típica fase de documentación cuando llevo a cabo una ruta cicloturista de varias semanas. El plan es pasar tres semanas pedaleando por Noruega, del 13 de julio al 3 de agosto. Será un recorrido circular, con cuatro partes diferenciadas, la primera de Oslo a Trondheim, la segunda por la Eurovelo 1 (una ruta para bicis que recorre toda la costa atlántica europea), la tercera por algunos de los fiordos más emblemáticos y una última parte de regreso a Oslo.
Rebuscando entre el arsenal del género negro que nos viene de Noruega he dado con Samuel Bjørk, seudónimo del Frode Sander Øien, quien vive y trabaja en Trondheim. Viajo sola es la primera de las novelas que ha dedicado a los investigadores Holger Munch y Mia Krüger. Publicada en 2014, le supuso un gran éxito en ventas. A ella le han seguido El búho y El niño en la nieve, además de El lobo, una precuela en su serie.
En parte me interesan novelas que trascurran por zonas del recorrido que voy a realizar en bici. En este caso cobra protagonismo la isla de Hitra, en Trøndelag, el condado (fylke) de la parte central de Noruega del que suele decirse que es el corazón del país y del que Trondheim sería su capital «no oficial». Yo no pasaré por ahí, aunque sí bastante cerca. Lo dejaré al norte de mi recorrido. Hasta allí se ha ido Mia Krüger con sus pocas ganas de vivir tras la muerte de su hermana Sigrid. Holger Munch, su jefe, la rescatará de allí para implicarla en la investigación de un doble asesinato al que seguirá alguno más. Niñas de por medio.
Debo decir que, en general, la novela negra nórdica no es que me apasione y eso que he leído bastante. Casi todo Henning Mankell y también a Stieg Larsson, Camilla Läckberg, Liza Marklund o Ann Rossman. No puedo olvidar a Anne Holt y Jo Nesbø, ambos noruegos, como Samuel Bjørk. De este último he reseñado aquí dos novelas: El reino y Sol de sangre. Vale, vale, hay algunas firmas más. Cuando te pones con esta gente, la lista es larga. Solo con la cuadrilla de islandeses tienes para unas cuantas horas de lectura: la saga de Erlandur, de Arnaldur Indriðason, son ya trece novelas. En fin, producción abundante la que llega de los países nórdicos.
Respecto a Viajo sola, ¿qué comentar? Sí, comienza con el típico asesinato truculento, muy típico de estas novelas nórdicas. Pero después la trama me parece bien construida y los personajes se van definiendo. Hay «equipo» de trabajo, en el que cada personaje complementa al resto. Me ha parecido muy cinematográfica. Enseguida veía un guion con el que vamos avanzando hacia un desenlace que tiene su punto de sorpresa final. En fin, ya veré si continúo con la serie o si me me paso a otro tipo de literatura. Noruega no solo va a ser producción del género negro, claro está. De hecho, ahora mismo estoy leyendo el célebre Una mujer en la noche polar, de Christiane Ritter, algo así como literatura de viaje «extremo». Una cabaña en el Ártico en 1930, poca broma. Me está encantando. Curioso: es el único libro que escribió esta pintora austriaca.
Imagen destacada del artículo: Snorre Løvås en Flickr.