Hace casi un año trajimos aquí la reseña de una novela que me encantó: Una investigación filosófica, del prolífico Phillip Kerr. Esta vez volvemos con el mismo autor y otro libro que, si bien no me ha impactado tanto como aquel, ha conseguido que pase unas cuantas horas entretenido. Porque sí, es un buen tocho. En esta ocasión vamos a hablar de El francotirador, una novela publicada originalmente en 1999 con el título The Shot. La he leído en la reciente edición de este mismo año 2023 de RBA Libros con traducción de Víctor Manuel García de Isusi.
1960. Mientras Estados Unidos se prepara para saber si su próximo presidente será Richard Nixon o John F. Kennedy, el veterano de guerra Tom Jefferson se dedica a algo que sabe hacer bien: matar por encargo. Existen otros como él, pero Jefferson posee dos cualidades que lo distinguen del resto: está casado con una mujer que aprueba su manera de ganarse la vida y es el mejor en lo suyo.
La novela comienza dejando las cosas claras: ser francotirador es un trabajo como otro cualquiera. Eso sí, hay que ser bueno. Y Tom Jefferson, simplemente, como se explica en la presentación del libro, lo es. Mata de la misma forma que podría dedicarse a la albañilería o ejercer como corredor de seguros. Se trata, en cualquier caso, de ejercer la profesión con pericia y seriedad. Y si lo haces bien tu prestigio sube y recibirás buenos encargos.
La trama bucea en los bajos fondos de la sociedad americana. Lo hace al comienzo de la década de los años 60, pero bien podría ocurrir que la escena llegara hasta el presente. Mafia, poder y política internacional se entremezclan con lo más bajo y rastrero de la especie humana. Aunque de por medio tengamos al mismísimo presidente electo de los Estados Unidos. Porque nos lo dejan claro: «estamos a punto de tener a un pervertido corriendo por los pasillos de la Casa Blanca».
No hay duda de que Phillip Kerr no solo sabe desarrollar la trama, sino que la misma cuestión en la que hurga te hace pensar. Sí, pudiera ser un libro de entretenimiento, muy peliculero por decirlo de manera sencilla. Pero bajo la acción nos vamos sumergiendo en conversaciones que evidencian hasta dónde lo que sucede ahora mismo con Trump no es sino más de lo mismo. Estados Unidos, ese país tan enorme:
Como John Wayne conduciendo la diligencia. En esta época, tenías que ir en coche para recordar lo vastos y solitarios que eran realmente los Estados Unidos.
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