Gloria bendita, de Juan Madrid #NovelaNegra 33

by Julen

Juan Madrid «es un prolífico escritor, periodista y guionista de cine y TV famoso, ante todo, por sus novelas policiacas protagonizadas por Toni Romano». No lo digo, sino la Wikipedia en español. O sea, alguien que, como yo, lee novela negra de un tiempo a esta parte  como si no hubiera un mañana, no tiene perdón de Dios si no ha incluido algo de este hombre. Pues ya veis, virgen estaba hasta que ha caído Gloria bendita. Debo decir que, en gran parte, lo he leído porque ha sido el escritor premiado en la última edición de Bruma Negra, el encuentro sobre género negro que se celebra en Plentzia desde hace unos años. Así llegó el ejemplar de este libro a casa, firmado por su propio autor y dedicado, además.

A pesar de todo, la ficción es la única gran verdad, la única capaz de contar el mundo, un lugar fascinante y maravilloso lleno de contrastes y contradicciones. Lo feo y lo hermoso, la justicia y la injusticia, la explotación y la generosidad conviven.

Juan Delforo (¿Juan Madrid?), uno de los personajes que se dan cita en la novela, explica de esta forma cómo se puede novelar la realidad o, quizá, como la realidad novela nuestras vidas. Su investigación en torno al «estado delincuencial» constata no ya las cloacas del estado, sino las cloacas de las cloacas en las que cada cual, por supuesto, hace lo que tiene que hacer para salir lo mejor parado posible de semejante degradación.

El autor juguetea todo el tiempo entre realidad y ficción. Al final, uno es consciente de que lo se cuenta lo está leyendo en una novela, pero que también ha estado en titulares de la prensa. Porque la lucha por estar ahí en el poder y aplicar la fuerza —o cualquier medio que sea necesario— para continuar con el sistema de privilegios es parte del día a día. El Emérito, con su circunstancia actual de tipo investigado y autoexiliado por sus actos no precisamente ejemplares, se convierte en una simple disculpa para una trama donde puedes llegar a creer que todo lo que lees es una especie de documental de lo que ha pasado. Y está pasando.

El crimen, que se veía posible desde el principio, llega casi al final de la novela. Un crimen de una mujer que, en cierto momento, decide salir de la rueda y busca una alternativa. Hasta entonces su trabajo, uno más de los que tienen como objeto obtener información, estaba al servicio del Estado; bueno, de las cloacas de las cloacas del Estado.

Juan Madrid ha reunido tres generaciones de mujeres en el libro. Las tres, a pesar de la distancia en edad, comparten un mismo universo. A pesar del paso del tiempo, cada cual en su nivel puede tomar conciencia de cómo el sistema ha conseguido sobrevivir a base de operaciones opacas y pleno de amoralidad. No hay duda de que el autor, tras una trayectoria que le avala, escribe lo que quiere sin apenas cortapisas. La realidad le ofrece suficiente material como para que los hechos que componen la trama se diluyan entre las noticias de cualquier telediario de actualidad. Porque cada personaje es un guiño a la realidad.

Imagen de Igor Ovsyannykov en Pixabay.

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