Hemen eta orain, bizi

by Julen

La semana pasada participé en varios tribunales de defensa de trabajos fin de máster (TFM). En este caso se trataba del MBA Executive que en Mondragon Unibertsitatea desarrollamos junto a la Cámara de Gipuzkoa. Las alumnas y alumnos que defendían sus proyectos pertenecían ya a la décima edición del programa, la que tuvo lugar el curso académico anterior, 2019-2020. Por mi parte he estado tutorizando un TFM muy interesante relacionado con la digitalización en CAF. Se mereció, por cierto, una excelente valoración por parte del tribunal. Sin embargo, este post se refiere a otro TFM. En concreto el que nos presentó Mikel Lizarralde. Fue una defensa diferente; ahora entenderéis por qué.

Hemen eta orain, bizi es el lema que Mikel ha elegido para desarrollar un proyecto personal que reúne, sin embargo, evidentes aspectos de gestión aunque no haya lucro de por medio. Un buen día a Mikel le diagnosticaron esclerosis múltiple, «una enfermedad neurológica crónica de naturaleza inflamatoria y autoinmune caracterizada por el desarrollo de lesiones desmielinizantes, y de daño axonal en el sistema nervioso central», según podemos leer en la Wikipedia. Supongo que cuando alguien te comunica este diagnóstico, el de la llamada «enfermedad de las mil caras» (debido a la variabilidad en los síntomas), la vida marca una fecha en el calendario que se quedará grabada a fuego. Porque no, no hay tratamiento curativo disponible. A partir de ese día el objetivo es mitigar el avance, no curarla.

El proyecto de Mikel dispone de su propia página web: bizi.eus. Lo primero que encontraréis es una apuesta nítida por el idioma. Desde el principio, por convicción personal, el proyecto ha vivido en euskera y lo sigue haciendo. El TFM está escrito en euskera y la defensa también se hizo en euskera. Y no solo se trata del idioma, el proyecto también se posiciona respecto al territorio e incluso en lo que tiene que ver con qué redes sociales utilizar y cómo hacerlo. Hemen eta orain, bizi pretende poner en valor el deporte y el pensamiento positivo como vías para mejorar la convivencia con la enfermedad. Eso sí, como nos explicaba el día de la defensa, no se trata de ser ejemplo para nadie (la esclerosis múltiple juega con sus mil caras), sino más bien de compartir una experiencia y, si le sirve a alguien, perfecto.

El proyecto plantea retos deportivos y de esta forma divulgar la enfermedad a la vez que conseguir recaudar fondos para dedicarlos a investigación. En el caso de Mikel mediante la venta de gorras, camisetas, maillots y culottes. Porque todavía no os lo había dicho, pero el reto en el que ha centrado su TFM ha tenido que ver con el ciclismo: Gipuzkoa herriz herri. El proyecto le ha llevado a recorrer los 89 municipios de Gipuzkoa entre diciembre de 2020 y marzo de 2021 (¡¡toma pandemia!!). De cada uno de ellos daba fe a través de una foto y un tweet. No se trataba tanto de un reto para un fuera de serie, sino mediante etapas asequibles para cualquiera que acostumbre a dar pedales.

Mikel está pretendiendo unir en su proyecto cierto trabajo de marca personal a la vez que se adentra en un terreno en el que hay que ir con mucho cuidado, dejando claros cuáles son los valores que lo acompañan y siendo transparente con lo que se lleva a cabo. El día de la defensa lo comentábamos en el tribunal: es terreno muy delicado y que exige mirarse hacia dentro para buscar principios éticos básicos. Pero estamos en un mercado competitivo (¿es esta la palabra?) también en lo que tiene que ver con la investigación médica. ¿De dónde salen los recursos para avanzar en el conocimiento de las enfermedades? Todas conocemos casos de gente que, por ejemplo, ante el drama de topar con una enfermedad rara, dedica su vida a conseguir fondos. Y también sabemos, lamentablemente, de algún que otro fiasco que enseguida llega a las portadas de los medios de comunicación.

Podéis leer las crónicas de las etapas en el blog del proyecto. Ha contado con el apoyo de Orbea, Codesyntax (la empresa en la que trabaja Mikel y un muy buen ejemplo de empresa comprometida con unos valores y una forma honrada de hacer las cosas), Fisioarima y la Fundación del Club Deportivo Eibar. En el pequeño reportaje que le hicieron en EITB y que podéis ver más abajo Mikel nos explica el reto una vez que ha llegado a la meta.

Conozco a Mikel desde hace años. Él también es de los que disfruta con una determinada manera de viajar en bici. Ahí ya teníamos un punto en común. Para mí este TFM ha sido diferente a otros. Por eso quería mostrarlo aquí, como reconocimiento al esfuerzo y al coraje. Aquí y ahora, «bizi», en bicicleta o como sea, pero lo importante es seguir viviendo. Mucho ánimo, Mikel. Eso sí, el muro de Aia todavía espera, ¿no? No sé el tribunal te puede convalidar tu vuelta a Gipuzkoa en 89 municipios, no sé, no sé…

 

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