En los últimos tiempos, con el imparable ascenso de Internet como realidad ubicua del mundo contemporáneo, se ha magnificado aquello de la viralidad. Parecería que esta es una de las verdaderas piedras filosofales para entendernos como sociedad hoy en día. Y para indicarnos cómo tener éxito en ella, claro, que es lo que nos venden por todas partes día sí y día también. Se trata, como ya hemos escrito por aquí alguna otra vez, de coger bien el megáfono y gritar más que las demás. Porque sea como sea, hay que gritar. Muy alto y mucho de gritar, que diría nuestro preclaro líder.
La ventaja de que uno haya traspasado ya la frontera de los cincuenta años es que te da para haber conocido la otra cara de la moneda. Aquella en la que no había Internet y el contenido surgía en formatos más limitados, en blanco y negro y por una de las dos cadenas de televisión. El mensaje también nos podía alcanzar por las ondas hercianas, llegar en papel o aparecer en una enorme pantalla de aquellos cines que fueron desapareciendo de nuestros pueblos y ciudades.
Sea como fuera, la viralidad (no con esta denominación postmoderna) se pegaba a ciertos contenidos. Y hoy forma parte de tarareos, fotografías y escenas que habitan nuestros recuerdos. Derivado de una conversación hace unos días en familia, me permito compartir cinco momentos estelares de viralidad viejuna. Supongo que podríamos extraer -sin necesidad alguna de forceps- unos cuantos cientos de ejemplos. Pero este blog da para lo que da. Así que con cinco os tendréis que conformar. Aunque ya sé que si nos ponemos, la lista se nos sale de madre, ¿verdad?
Moraleja: Compre un Agni y tire la vieja
Café Monky, tacita a tacita
Flaggolosina, mi rico helado, del congelador lo sacó congelado
Las muñecas de Famosa se dirigen al portal
El Lobo, qué buen turrón
2 comentarios
Hay que ver lo que traiciona el subconsciente y la lectura rápida, al recibir el RSS en Feedly, he entendido del título las palabras:
momentos
estelares
VIRILIDAD
viejuna
Sin palabras ….
Bah, no te preocupes, quizá sea cada vez más normal con el paso del tiempo 😛