He comenzado a leer la última novela de Petros Márkaris en la que su descreído policía, Kostas Jaritos, se enfrenta a un asesino que va de Liquidación final. La Atenas que describe -solo llevo 75 páginas leídas- es ese lugar convulso y sujeto a peleas cotidianas de la ciudadanía contra las fuerzas de seguridad. Las plazas y calles están repletas de incidentes y el ambiente que Kostas percibe a su alrededor es demoledor y angustioso. Por supuesto no es solo Kostas, sino que es el mismo Petros quien vomita esa desazón.
En todas las novelas de Kostas Jaritos se dan cita varios elementos recurrentes. Uno de ellos es la relación con los periodistas. Siempre ambivalente, Petros Márkaris enseña ese doble filo del supuesto cuarto poder: en busca de datos fiables pero también en busca de datos que vendan. La cultura del escándalo y el tremendismo son allí y aquí un punto de unión entre nuestras sociedades.
En lo que a mí se refiere todavía recuerdo el episodio del año pasado casi por estas mismas fechas en la isla de El Hierro a cuenta de la crisis sísmica. Hordas de periodistas buscaban ese miedo y desesperación de la gente del lugar ante un fenómeno frente al que no hay tecnología que valga. Un volcán es un volcán, pero solo si hay dramatismo, lágrimas e historias truculentas, el titular cumple la función. Así que tuvimos que leer aquella gloriosa frase para la posteridad que lanzó el ABC: Improbable catástrofe en El Hierro. Da igual que no se llegue a producir, hay que vender la posibilidad. Catástrofe ante todo.
Me he acordado de esto cuando tras una comparecencia ante los medios de comunicación, Petros Márkaris pone en boca de un periodista esta reflexión:
– Mandan a esas niñas descerebradas, que no saben un pijo, que huelen escándalos por todas partes y encima son impertinentes -dice-. Las cadenas de televisión, la radio, la prensa, todo les empuja a eso. Antes nos decían: «Salid a por la noticia» y ahora les dicen: «Salid a por el escándalo».
Pues eso, que, sin más, solo tratan de hacer bien su trabajo, ¿no?
Por cierto, brutal la cita del asesino que se recoge en el trailer del libro:
El estado griego es la única mafia del mundo que ha ido a la quiebra. Todas las demás evolucionan y prosperan.
Y si queréis saber algo más de la crítica postura de Petros Márkaris respecto a lo que pasa en su país, no dejéis de leer esta reseña de Noemí Pastor en su blog Boquitas Pintadas a raíz de un visita de este buen hombre a Bilbao en octubre de 2011.
1 comentario
habrá que leerlo, Julen. Me he leído antes el resto de la serie de Jaritos. Aunque yo conozca directamente al autor… como otras 😉