Tenía pendiente este meme de Boquitas Pintadas sobre cosas que odio. Al principio me ha costado, pero luego resulta que me salían por todas las esquinas. Parece que no es tan difícil. Te pones, vas apuntando y, de repente, tienes ya veinte, uno detrás de otro.
El orden es irrelevante. Allá voy.
- Los quads, los odio. Y estirando de ellos todo lo que huele a motor de competición. Aunque no llego a tanto como otros con Fernando Alonso, ahí le ando.
- La gente que se cree que sabe de todo y que habla por los codos. Da igual lo que pongas delante, allí está su sabiduría de garrafón. Claro que de tanto hablar, acaban llenando un buen balde de tonterías. Son los «Tolosa», o sea, los que «to lo saben».
- Las conversaciones de hombres hombres. Esas en las que hay que demostrar que los llevas bien puestos. No puedo con ellas.
- La avaricia de los bancos por seguir ganando y ganando dinero a base de comisiones. Claro que se las cobran a quien menos capacidad de negociarlas tiene. Cabrones que son.
- Las operadoras de telecomunicaciones, auténticas ladronas del siglo XXI y cuya ética hace tiempo que quedó sepultada por su ambición de ganar pasta.
- Los comedores de empresa. No puedo con esos olores profundos, que te traspasan y son capaces de quedarse a vivir contigo semanas enteras. Qué horror, qué mal rato cuando alguien me quiere invitar a alguno de esos antros.
- Los señores de derechas, finos, aire estúpido, rayos UVA, cara de asco, corbata rosa, pelín un poco largo… joder, vale, Zaplana. Y a veces, su compañero.
- Los cazadores, sean los que apuntan para arriba o, peor aún, los que apuntan a ras de suelo. Qué empeño en matar bichos.
- La suciedad en sitios que debían estar limpios porque los usamos muchas personas: habitaciones de hotel, servicios públicos o simplemente aceras.
- La gente que sólo tiene un tono para hablar: el que está cercano al grito. Gente que cuando te habla hace que se entere todo bicho viviente en veinte metros a la redonda.
- Los cánticos vascos tras las comidas pantagruélicas que nos cascamos por aquí. No me sé ni una letra, no sé cantar, después de esas comilonas me entra sueño, me quiero ir a casa… Uy, que voy por once y sólo eran diez. Si es que ya lo decía: me pongo y no paro.
Sigo meme y se lo paso a Pablo Aretxabala, Txetxu Barandiaran y a Loretahur. Que hagan lo que quieran.
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8 comentarios
Si sólo son esas diez cosas vas bien. Creo que si me pongo a relatar lo que yo odio, igual escribía un libro. ja.ja.
Además de muchas de la tuyas, también me fastidian los individuos que no recogen los escrementos de sus canes.
Los conductores que no se echan al carril de la izquierda en la autovía cuando te incorporas a la misma.
El señor que fuma en el ascensor y lo deja lleno de humo.
El radikal que va y pega un cartel de su Gaztetxe de turno con cola y no con cello .. y permanece… ( exprésate pero joder no me manches la calle)
y……. paraaaaaaaaaaaaaaaa… 🙂
Cuántas coincidencias con las cosas que odio, pero yo añado una más: no soporto las faltas de ortografía, me parecen una falta de respeto hacia el receptor del escrito. Ya sé que parezco repelente, pero qué le vamos a hacer…
¿Por qué no te gustan los deportes de motor? La fórmula 1 y el GP de motos son muy emocionantes.
Te odio… por pasarme el meme X’DDD
Yo odio a los q van de listillos… y se permiten creer, q estan por encima de los demás… mira, mejor, no los odio, paso de ellos…
Guillermo, ten cuidado, que te pones y no paras. Te lo digo por experiencia propia.
Aitortxu, los pobres perros no se merecen tales dueños, ¿verdad?
pieldivina, Fórmula 1 y motos GP, puff, menudo rollo. Te lo dejo todo para ti.
Loretahur, ya sabía yo que te lo servía en bandeja.
helua, mejor pasar, sí, mejor pasar.
Se te ha olvidado al menos una, Julen: la necesidad de tener cuenta abierta en blogger/google para comentar en tu blog 😉
Mi aportación en materia de odio va hacia los tertulianos radiofónicos (vengan de donde vengan, me da igual). Hace años que no los escucho pero a veces se hace imposible: en un taxi, la mujer de la limpieza etc.