AlhóndigaBilbao, participación cosmética

by Julen


Nosotros vivimos al lado de la alhóndiga de Bilbao. De esto hace más de 20 años. Un edificio impresionante, con una historia desquiciante, entre graciosa y triste. Contradicciones como las de la vida misma. Ahora el proyecto está entre los emblemáticos para esta villa. Si queréis conocerlo podéis pasaros por la web oficial. Diseño de Philippe Starck, que aquí somos de Bilbao, que se note.

No cabe duda de que el barrio saldrá ganando con la obra. Sobre todo si lo comparamos con estos más de 20 años conviviendo con un edificio histórico muerto de asco. Fijaos el gracejo del asunto, que hasta en su cronología citan su uso temporal allá por 1988 como atracción de feria. Sí, la realidad supera a la ficción: llegó a ser un pasaje del terror. Ni buscado a propósito. Aunque usaron actrices y actores, sólo el edificio en estado cochambroso y traspasado por cientos de columnas, asustaba lo suyo.

En la web oficial de AlhóndigaBilbao hay algunos guiños a la participación… de diseño. Digo de diseño porque hay poca chicha. Una diseñadora en París con un blog podía dar más de sí, quizá. Pero eso de que cuelgues un blog en una página sin una triste fuente RSS y sin poder hacer comentarios es como si llevas a un niño de 3 años a los columpios, pero no le dejas moverse de tu lado.

Además, otra puerta abierta a la participación: un formulario. Eso sí, para ver quiénes cuentan cosas del proyecto no hay como tres estupendas opiniones. La ciudadanía de a pie en estado puro:


El mundo sigue siendo de color de rosa. Esto de la participación queda como una actividad cosmética. Tiene que parecer que la hay pero con un miedo cerval a que la gente diga cosas inapropiadas. Y ya sé que es complicado acercarla a la realidad. Pero parece que en torno a estos macroproyectos se quiere vender la participación ciudadana como seña de identidad. Y no, no cuela. Quizá haya que buscar otros cauces. ¿Por qué no un simple blog abierto, normal y corriente?

Si quieres ver cómo quedará esto, puedes darte un paseo virtual. Eso sí, no sé qué pensarán del diseño de la plaza Arrikibar todos sus actuales moradores: vagabundos y gente tirada consumidora de Don Simón. Me temo que se quedarán sin su centro social. Porque a buen seguro que a medida que las inauguraciones se acerquen, los usuarios de la plaza serán invitados a desaparecer del mapa.

Más información resumida: noticia de 17 de enero en PDF con visión general del proyecto.

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1 comentario

Noemí Pastor 03/08/2007 - 07:43

Pues yo soy otra bilbainita que opina: hagan lo que hagan, no puede ser peor que dejar que el edificio se pudra.
¡Y a ver quién dice que no al señor Star, digo Starck!

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