Esto me recuerda a un cuento del amigo Bucay en el que un niño pequeño salvó a su hermano de un incendio. Lo consiguió porque no sabía que era imposible. Es así…
Yo, lo reconozco, no tengo ni p… idea de física. Aunque también es verdad que de momento no sé volar… más que con la imaginación. Y quizá ya es bastante, ¿no?
Estas historias del abejorro que puede volar porque «no lo sabe», hablando de conocimiento, las clasificaria con las etiquetas actividad-inactividad, Y es que la diferencia entre conseguir algo y no conseguirlo muchas veces es solamente intentarlo, es decir, hacer. Racionalizar a veces sólo consiste en autolimitarnos, en darnos autoinstrucciones sobre lo que podemos o no hacer.
8 comentarios
Esto me recuerda a un cuento del amigo Bucay en el que un niño pequeño salvó a su hermano de un incendio. Lo consiguió porque no sabía que era imposible.
Es así…
Me temo que es una leyenda urbana.
La acrobacia de la abeja.
Quizás es una leyenda urbana como dice Jaizki, pero trasladado al comportamiento humano es rigurosamente cierto (…al menos a mi me lo parece)
Lo de los navegantes micronesios me suena a lo de las pirámides o la isla de Pascua. Seguramente sabían mucho más de lo que que nos gusta creer.
Pues sí que tiene bastante de leyenda,además parece que hace poco han resuelto el tema de una vez por todas:
http://javarm.blogalia.com/historias/35159
Vaya con las repeticiones, este blogger a veces se vuelve loco!
Julen, please, haz limpieza…
Yo, lo reconozco, no tengo ni p… idea de física. Aunque también es verdad que de momento no sé volar… más que con la imaginación. Y quizá ya es bastante, ¿no?
Estas historias del abejorro que puede volar porque «no lo sabe», hablando de conocimiento, las clasificaria con las etiquetas actividad-inactividad, Y es que la diferencia entre conseguir algo y no conseguirlo muchas veces es solamente intentarlo, es decir, hacer. Racionalizar a veces sólo consiste en autolimitarnos, en darnos autoinstrucciones sobre lo que podemos o no hacer.