Clasificación de respuestas navideñas

Al hilo de la felicitación de Navidad, estoy descubriendo nuevas dimensiones de mis contactos. Me está resultando curioso llevar el recuento de quién me contesta y qué me dice. Sorprendido me quedo de la cantidad de gente que conesta… para bien. Encuentro los siguientes perfiles (si veo nuevo meto otro post):

1. «Joder, tengo que contestarle ya que se ha acordado de mí». Y te enchufa, sin comentario alguno, una felicitación de respuesta. Le da qué pensar a santo de qué le he envíado una felicitación. ¿Se habrá equivocado?
   
2. «¡Tenemos que quedar!». Con el arrojo de quien se sabe desbordado por los acontencimientos e incluye un nuevo compromiso en su vida. No sé si salen oscuros remordimientos de cosas que te deben: una comida, una reunión, una vieja amistad que de tan vieja ya casi no lo es…
3. «Oye, qué chula la felicitación». No sé si pasarme de forma profesional al mundo de la felicitación de fin de año. Estoy todavía alucinando de la cantidad de gente que me ha dicho que era muy bonita, que yo como siempre tan original y cosas por el estilo. Si eres de Bilbao, como es mi caso, no hacen falta comentarios de este tipo, pero, bueno, qué se le va a hacer. Lo mismo se fija Borjamari y la hemos pringau.
4. «No entiendo». Han leído el mensaje y parece que han reflexionado. Se subdivide en dos grupos: quienes dicen que ¿¿??? y quienes dicen que no están de acuerdo o que le ponen matices. Hay quien me ha dicho que el mensaje tiene su pero, porque si le pones semáforos (¿¿¿???!!!, verídico y creo que sin alucinógenos artificiales)… y quien me ha dicho que siempre tiene que haber un solo camino, que es el bueno. Pues vale. Yo les he dicho que me alegra que no estén de acuerdo porque seguro que aciertan pensando como lo hacen, que han acertado con el mensaje. Les receto las paradojas de Charles Handy.
   
5. Silencio, anónimo. No contesta, puede que porque no tiene tiempo, puede que porque no le guste esto de felicitar, puede que sea sincero/a y piense para qué puñetas un tipo como yo le ha enviado una felicitación. Estos también están en sublistas. Es decir, forman el grupo de los anónimos pero están en categorías diferentes: perezosos, sin tiempo, despegados, no sabe/no contesta, perplejos, antinavidad… No sé cómo lo trata Technorati, pero algo habrán pensado.
6. Qué guapo tu blog. En la felicitación había un mensaje oculto. Pinchando en la foto ibas al blog. Como no lo dejé explícito, me sorprende que alguien me lo haya dicho. Pongo a esta gente en la categoría de curiosones/as + amables (porque han sido comentarios positivos en torno al blog). Mira que pinchar en un sitio porque sí. Qué cosas, aoiga.
   

Oye, sin que nos oiga nadie, ¿tú en qué grupo estás? Ah, claro el anónimo. Si quieres cambiar de categoría deja un comentario. Serás technoratizado.

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