El fútbol del colegio: ganar o divertirse (IV)

by Julen

Nunca me lo tomé del todo en serio, pero quizá fuera la excepción. En los dos años en que jugué en el equipo infantil federado de fútbol del colegio, quedamos en la zona media de la clasificación. No desentonábamos, pero tampoco destacábamos. A fin de cuentas estábamos allí, como chicos que éramos, para disfrutar, ¿no? No siempre fue sí, porque la agresividad, siempre latente, a veces se desbordaba.

También es cierto que, al menos en aquella época, entrar en el terreno de juego suponía la aplicación de códigos de conducta diferentes a los de la calle. El árbitro (jugábamos solo con uno, sin jueces de línea) se convertía casi siempre en un simple objeto al que insultar. ¡Qué triste! Los había, como en todo, buenos y malos. Los había que hablaban contigo, como capitán del equipo que era, y que te ayudaban. Pero también los había de otro tipo, con una forma de ser que nunca entendí.

Y sí, claro que había cierta presión por ganar. Representábamos al colegio y en Barakaldo, además, había otro equipo, el de Salesianos, que, de alguna forma, era la vara de medir. Fuera lo que fuera, quedar peor que ellos era un desastre. Así que en nuestro segundo año recuerdo que llegamos a fichar a un chico que jugaba muy bien, pero que no estudiaba en el colegio. ¡Ver para creer!

Creo que, en el fondo, estaba allí porque me divertía. Supongo que con cierta presión exterior, pero mi recuerdo de aquellos dos años me trae más de una sonrisa a los labios. A pesar de los campos infames en los que jugábamos o de alguna que otra bronca por no hacer lo que nos mandaban. Fue diversión y cierto reto. Como capitán de aquel equipo alguien estaba esperando que fuera ejemplo. A medias, creo que lo fui a medias. Nunca me importó perder. Mi gen competitivo era muy débil. Con el paso del tiempo se fue diluyendo aún más.

Imagen destacada creada con IA de Bing.

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1 comentario

Mentxu 22/10/2023 - 07:45

Mis recuerdos son similares. Importaba (o me importaba) pasarlo bien. La «rivalidad» en el campo era amistad y cordialidad fuera de él! Parecía que habíamos superado el deporte-guerra que narra @OlatzGAbrisketa
https://ankulegi.hypotheses.org/3883

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