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Caminar, que no pedalear – Consultoría artesana en red

Caminar, que no pedalear

by Julen

Strava: https://www.strava.com/activities/9580439443

En estas seguía yo con mi plan cicloturista. Hoy la cuestión era pedalear en plan tranquilo por «la carretera del solano«, una ruta que lleva por pequeños pueblos que, según parece, disfrutan de bastantes horas de sol. Como el día ha amanecido fresco, no parecía mala opción. Hasta que me agaché a atarme los cordones de las zapatillas. Hasta ese momento en que notas, otra vez, que algo se ha descompuesto ahí en la zona lumbar, glúteo, piramidal o lo que quiera que sea. Crack. Pinchazo.

El primer momento agobia. Y agobia porque ya conoces la sensación de muchas otras veces en que has sentido lo mismo. Puede ser más o menos intenso, pero esta ahí. Otra vez. Y van unas cuantas en estos dos últimos años.

Ha sido justo antes de ir a desayunar. Así que he aparecido con un careto tal que la chica del alojamiento enseguida me ha preguntado. Sí, el típico pinchazo. En su fase aguda te deja hecho una mierda, la verdad. Además, es el típico momento de bajonazo, de no puede ser que me pase otra vez. A partir de ahí, tras esos instantes, hay que ponerse obligatoriamente en modo positivo.

He empezado a mover hilos para ver si conseguía cita con algún centro de fisioterapia por la zona. La primera opción era imposible, la segunda también y la tercera más de lo mismo. Pero el que la sigue la consigue. A la cuarta, con ayuda de la anfitriona, lo hemos conseguido. Me buscarían hueco de alguna manera, seguramente por la tarde y no aquí en Castejón de Sos, sino en Laspaúles, a 20 minutos en coche. Ni tan mal.

Lo siguiente era ir a por drogas a la farmacia. Ahí es donde he descubierto que, curiosamente, estaba mucho mejor andando que no sentado. Por un momento incluso he tenido la sensación de que el achuchón había desaparecido. No, ni mucho menos. Pero sí que a pie, caminando, me sentía «casi» perfecto. Pues nos daremos un paseo entonces, ¿no?

Por rutas a pie que no sea en estos pueblos. He visto que había una ruta de dificultad baja y de aproximadamente una hora y veinte minutos que me venía perfecta. Era de ida y vuelta hasta la ermita de la Virgen de Gracia pasando por El Run. Pues nada, si no podemos pedalear, al menos moveremos las piernas caminando.

Señalización de varios senderos de pequeño recorrido.

El camino sale del pueblo por unas pistas que conducen sin pérdida alguna hasta El Run. Para eso hay que pasar un pequeño puente sobre el barranco del Urmella, que es afluente del Ésera. Se continúa en un ligero descenso hasta llegar al pueblo de El Run, con el que nos encontramos después de cruzar precisamente el río Ésera. Luego se callejea un poco para cruzar el pueblo –se pasa junto a la coqueta iglesia de San Aventín– hasta llegar a la salida hacia la ermita. 

El río Ésera a su paso por El Run

Se sale por una pequeña plaza en la que se ubica el albergue. A su lado queda la Fuente de Ru, construida en 1942 y restaurada en 2004 (tal como indica la inscripción). Se ve que es popular porque eran varias las personas que haciendo uso de los diversos caños estaban rellenando garrafas.

La fuente del Ru

Desde la fuente parte otra pista que sube hacia la ermita de la Virgen de Gracia formando una especie de túnel entre los árboles. El camino va ganando pendiente hasta llegar a la ermita. Según subía escuchaba música de cuerda. Resulta que estaban preparando algún tipo de celebración. El lugar, desde luego, es precioso, con la ermita escondida entre los árboles y protegida por grandes paredones calizos detrás.

La ermita de la Virgen de Gracia, de estilo románico lombardo.

La ermita es de estilo románico lombardo, del siglo XII. Presenta un aire un tanto similar a las iglesias románicas del Valle de Bohí y Tahull (adonde espero ir la semana que viene, por cierto). Presenta una sola nave, con cabecera semicircular que queda orientada al este y posee una torre que se levanta sobre el primer tramo de la nave.

Interior de la ermita

Después de pasar allí un rato escuchando los ensayos del cuarteto de cuerda, mientras bajaba, me he cruzado con un grupo muy numeroso de excursionistas. Quizá lo que tenían preparado arriba tenía que ver con esta gente. Lo digo porque parecían ir en modo organizado.

El camino de vuelta se hace por el mismo por el que he venido. Así pues, terreno conocido. Me he cruzado con mucha chavalería en bici. Se ve que es una ruta que no se separa mucho de Castejón y muy apta para las cuadrillas de adolescentes. Además, se puede extender siguiendo el curso del río Ésera si el asunto es alargar los kilómetros. Por mi parte, encantado con estos cinco kilómetros a pie para descongestionar la zona irritada. Mañana ya os contaré qué tal la sesión de fisioterapia.

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3 comentarios

Amalio A. Rey 05/08/2023 - 13:21

Amigo, cuídate, que ya tenemos unas edades. Lo de caminar (y correr) también esta guay. Espero que te mejores con la fisio!!!

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Julen 08/08/2023 - 19:09

Vamos a ver cómo nos organizamos con este asunto. Empieza a ser mi prioridad número 1. Ni trabajo ni leches… 😉

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Junto al Ésera hacia arriba – Consultoría artesana en red 15/08/2023 - 06:43

[…] Jornada siguiente >> […]

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