01 Zamora – Pino del Oro #PortugalMTB

by Julen

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Qué ilusión volver a disponer de algo más de tres semanas por delante para pedalear. Esta mañana me he venido en autobús desde Bilbao hasta Zamora. Mi opción inicial había sido pedalear desde ahí a Puebla de Sanabria a través del Camino Sanabrés –una vía del Camino de Santiago que deriva de la Vía de la Plata– y entrar después en Portugal, pero finalmente cambié de planes porque quiero ser algo más fiel al viaje que Llamazares compartió en su libro Trás-os-Montes, ese que me servirá para conocer esta zona del norte lusitano. Así que hoy hago fin de etapa en Pino del Oro y mañana tomaré contacto con la ruta de Llamazares. Eso será en Vimioso.

A las 14 horas llegaba a Zamora el autobús con la bici en su bodega, previo transbordo en Burgos. Siempre es una pequeña aventura eso de meter la bici en un transporte público. Quiero pensar que vamos a mejor, pero todavía hoy es el día en que siempre andas con la mosca detrás de la oreja cuando llega el momento, sobre todo cuando el conductor te mira con no muy buena cara al acercarte con tu «paquete». Suelo utilizar el típico plástico para proteger alimentos. Con un rollo es suficiente y sirve para un «embalaje» medio decente. En fin, no ha habido ningún percance. Hemos ganado otra pequeña batalla.

Eso sí, de Bilbao a Burgos he tenido que sufrir al tipo de delante escuchando sus mierdas en el móvil sin auriculares.

– Perdona, ¿no tienes auriculares?
– No, ¿por?
– Es que llevo escuchando lo que pones desde que hemos salido de Bilbao.

Pues nada, ni caso. Paciencia, Julen, paciencia. En Burgos, cambio de autobús y desaparece el tipo. La sangre no llega al río.

Ya en Zamora, tras la liturgia de dejar la bici de nuevo en condiciones para pedalear, enseguida nos hemos acercado hasta el río Duero para hacer los kilómetros iniciales por el mismo lugar por el que rodamos hace un par de años. Zamora es una ciudad a la que uno le tiene especial cariño. Como decía, cuando recorrí la Senda Natural del Duero, pasé por aquí a primera hora del día y recuerdo que la zona del río estaba preciosa. Esta vez hemos llegado a mediodía para recorrer una etapa corta hasta alcanzar el lugar desde donde escribo estas líneas: Pino del Oro, ya muy cerca de Portugal.

No he querido liarme con el track y había dibujado para hoy una ruta sencilla, con bastante carretera, excepto los kilómetros finales. Eso sí, el bautismo ha venido en forma de calor calor. O sea, lo que viene a ser un calor de la hostia, con perdón. Pedalear a las cuatro de la tarde en un día de los que aprieta en calor en Castilla no es buena idea. Una y no más, Santo Tomás.

Para diseñar el recorrido de esta ruta por Portugal y parte de la cicloextremeña he usado sobre todo el configurador de rutas de Strava. Hay que reconocer que va de perlas y como, además, lo tengo sincronizado con mi Garmin, es trabajo sencillo y limpio. La etapa de hoy ha empezado y finalizado muy cerca del Duero, aunque entre medias lo hayamos olvidado por momentos. Aproximadamente en el kilómetro 15, tras un buen meandro del río, lo hemos dejado a la izquierda para tomar dirección noroeste y dirigirnos hacia uno de sus afluentes principales: el Esla, que hemos cruzado a la salida de Muelas de Pan por el dique de la presa de Ricobayo.

Tras un breve tramo por la N-122, que une Zamora con Braganza, hemos cogido un desvío ya por pistas solitarias hasta Pino del Oro. Como quiera que una de las joyas de la corona en Pino del Oro es el puente de Requejo sobre el Duero —la otra son los restos de sus minas de época de los romanos—, hemos aprovechado para pedalear hasta allí y luego regresar al pueblo. Había que ser animado para ponerse a ello con la calorina de media tarde, porque había que bajar y luego subir. Pero la moral está todavía alta, que es el primer día.

Según parece, un tal Abilio Calderón inauguró el puente en 1914 con sus correspondientes sucedidos entre las contratas hasta que la obra por fin se terminó. Nada de extrañar, porque el ingenio se las trae. Anda que no hay diferencia de cruzar el Duero allá abajo en un barca a hacerlo por esta unión aérea entre las márgenes. En fin, lo dicho, que servidora, como quiera que quedaba a unos tres kilómetros del pueblo, se ha acercado a dejar constancia fotográfica de lo que diseñó el ingeniero José Eugenio Ribera. Eso sí, con la Oiz delante.

Como ya comenté hace unos días, con la idea de seguir empapándome un poco más de Portugal, me propongo leer una segunda novela de José Luis Peixoto, En tu vientre, y otra de la que he leído muy buenas críticas, Jesucristo bebía cerveza, de Afonso Cruz. Si los libros de Llamazares (Trás-os Montes), Saramago (Viaje a Portugal) y Peixoto (Galveias) han servido para calentar el viaje en su preparación, las dos novelas que comento serán las que acompañen el pedaleo. Bueno, os dejo, que tengo que hacer vida social.

El río Duero comienza a «arribarse»

Pistas solitarias camino de Pino del Oro

La presa de Ricobayo

El río Duero a su paso por Zamora

Kilómetros totales hasta esta etapa: 53,62.
Metros de desnivel acumulado hasta esta etapa: 676.

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📷 Fotografías de la ruta cargadas en el álbum de Flickr.

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