Mobile World Congress: el contacto físico se carga el digital

by Julen

Leía un tweet de David Fernàndez en el que mostraba la paradoja de que un congreso que jugaba con el lema Sin límites se haya visto limitado por el miedo al coronavirus. Eso de reunir en un mismo lugar a miles y miles de personas parece un asunto viejuno en una sociedad digital que hace gala de superar la escasez a la que aboca la presencialidad. Por cierto, un sector, el digital, en el que el 45% cobra salarios de menos de 22.000 euros mensuales y en el que, por supuesto, quienes peor salen parados son los menores de 30 años y las mujeres. Ya veis, transformación digital a tope. Bueno, quizá no tanta, ¿no?

Por otra parte, el siempre lúcido Genís Roca lanzaba un hilo también en Twitter con una completa lista de argumentos para intentar comprender qué está pasando con el «Schengen digital» y con la pelea entre China y USA en materia tecnológica. Ahí en medio, el Mobile World Congress, que se celebraba en un supuesto territorio neutral, queda ahora mismo en el limbo de la incertidumbre. ¿Qué pasará? Ya se sabe que en tiempos de radicalización digital, los extremos son los que suelen ganar. Lo mismo hay que promocionar una guerra de almohadas entre Trump y Xi Jinping para ver si se calman un poco. Ya, que no lo ves. Yo tampoco, la verdad.

Bueno, a lo que iba. El mundo progresa y lanza proclamas en favor de la transformación digital. Las barreras físicas son un concepto del pasado. Hoy podemos hacer negocios a miles de kilómetros de distancia sin necesidad de desplazamientos «reales». El comercio electrónico, la compra a golpe de clic o con un suave toque de un dedo sobre la pantalla del smartphone, todo esto está aquí para quedarse. Lo de organizar saraos en los que miles depersonas se dan la mano y en los que taxistas, comerciantes, hosteleros y regentes de prostíbulos locales de trata de mujeres se congratulan por el negocio que traen consigo es solo un pequeño botón de muestra del pasado. El contacto digital es otra cosa. Aunque parece que seguía haciendo falta el contacto físico, presencial, el de toda la vida, el del Mobile World Congress.

Sí, estoy con David Fernàndez en que es curioso que la epidemia del miedo mezclada con los oscuros intereses comerciales de toda la vida hayan puesto los límites al que iba a ser «congreso sin límites». La moda de los eventos es todo un potente sector económico hoy en día (eso dicen). Da igual que sea un macroconcierto, un macropartido de fútbol o de petanca, un macroevento comercial, una macroferia de máquina herramienta o un macrocongreso de humildes neurocirujanos. El caso es que para que el impacto económico a vender a la ciudadanía sea importante necesitamos que el caballo sea grande, ande o ande. Y si el caballo se lesiona una de sus patas y no puede acudir, no veas el follón que se monta.

El contacto físico se carga el contacto digital. Así de simple. Quizá esto sirva para que las tecnologías del teletransporte (joder, esto sí que es ciencia ficción como Dios manda) avancen, por fin, una barbaridad. Digo yo que llegará el momento en el que no hagan falta desplazamientos físicos para reunir en una plaza a miles y miles de personas. Habrá nuevas formas de muchedumbre, de turbas enfebrecidas, de exaltación del tumulto. Sucederán en medios repletos de realidad virtual y aumentada. Un Second Life que dejará de serlo para recuperar el futuro y convertirse, por fin, en First Life. Se me va un poco la pinza, ya sé.

En fin, una pena que haya gente que se haya quedado sin trabajo temporal precarizado de una semana o dos. No sé cuánto les iba a solucionar la vida, pero siempre es triste que te quedes sin trabajo. Aunque sea una porquería (o no). Pues nada, aquí seguimos a la espera de que el mundo consiga defenderse de los pangolines, esos adorables animalitos que se hacen un ovillo para defenderse y que están amenazados de extinción. Menuda vengaza la de los cabrones. Que no, que no; no me digáis que no provocan ternura. Vale, menos a los chinos, que en su cultura milenaria les deben hacer mil putadas. Pues la que han liado, madre mía.

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4 comentarios

Germán 18/02/2020 - 10:17

¿La causa de la cancelación es el coronavirus este? A mi me suena todo un poco extraño …

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Julen 19/02/2020 - 06:35

Cualquiera sabe las razones de fondo. Pero lo que está sobre la mesa es, de una u otra forma, que las grandes empresas que se han dado de baja han citado esa causa, ¿no?

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[…] artificial y los datos masivos tiene que ver, en cambio, precisamente, con la ilusión de romper cualquier tipo de límite. Lo que antes, como simples humanos, era imposible de alcanzar, ahora resulta que está al alcance […]

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El coronavirus, una cura de humildad – Consultoría artesana en red 03/03/2020 - 05:31

[…] El Mobile World Congress planteaba un mundo sin límites. Llegó el coronavirus y los humanos sucumbieron mostrando todas sus limitaciones: por la razón que fuera, adiós al Mobile al menos en la edición de este año. La inteligencia artificial a los pies de un virus que no solo socava la salud sino que también nos baja a la tierra. Somos humanos repletos de limitaciones por más que pretendamos que la tecnología nos traslade a una pantalla de poder nunca antes conocido. […]

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