Cavilaciones sobre el futuro de un trabajo fragmentado

by Julen

El viernes pasado tuve el gusto de escuchar a Xavier Marcet y a Genís Roca (lo siento, Santi, tenía que marchar y no pude oírte) hablar sobre el futuro del trabajo. Se trataba de una jornada organizada por Mondragon Unibertsitatea en el marco de una serie de conferencias que se llevan a cabo en Bilbao Berrikuntza Faktoria. De entre la gente a la que he escuchado en una conferencia, quizá Genís sea mi preferido. Su discurso, siempre entrelazando hilos desde lo social, lo empresarial y lo tecnológico me encanta. Me parece una interpretación fresca y diferente a lo que puedes encontrar habitualmente.

Yo hace muchos años que recurro a mi familia para explicar cómo han cambiado las cosas respecto al trabajo. No sé si la idea me vino de Genís –él también la suele utilizar– o si la manejaba antes. Mi abuelo trabajaba en la fábrica y, además, en casa llevaba los animales y la huerta. Una vida en la que el trabajo probablemente era lo de la fábrica mientras que las actividades agrícolas y ganaderas eran «lo de toda la vida». En común entre ambos universos: mi abuelo se deslomaba a trabajar. Luego llegó mi padre, que entró de botones en un banco y allí permaneció hasta que le dieron la baja definitiva por sus problemas de salud. Conoció, eso sí, el comienzo del fin de la estabilidad laboral a cuenta de las fusiones entre bancos. Luego, siempre hay que decir que madre y abuela sacaban adelante el trabajo puertas para adentro, ese silenciado e infravalorado.

A mí me enseñaron que la universidad tenía que ser lo mío. Mi hermana y yo hicimos lo que no pudieron hacer nuestros padres. Mi hermana estudió dos carreras y yo, por mi parte, estudié Psicología y luego, muchos años después, hice el doctorado. Mi madre, lo sé, está muy orgullosa de sus hijos. Le salieron bien y podrá presumir de ello a sus 83 años. Yo siempre le digo a mi madre que diga soy profesor en la universidad. Es una manera de asegurarme que la gente de su círculo la entiende. Lo de la consultoría artesana es mejor dejarlo a un lado. Incluso si le tengo que explicar que doy clases de ética aplicada a Big Data, me temo que la vamos a liar. Así que doy clase en la Facultad de Empresariales, punto final.

Mi madre está leyendo ahora mis ebooks en los que narro las crónicas de mis viajes en bici. Ella sabe que mi doctorado ha tenido que ver con la bici porque me hizo un cuadro a punto de cruz que, por supuesto, incluí en el documento final de la tesis doctoral. Quizá no llegue a entender que, en parte, mi actividad profesional está relacionada con la bicicleta. Ella es muy fan de Roge Blasco, en Radio Euskadi, y le gusta pensar que mis viajes en bici son materia prima para el programa de Roge. Además, como en varias ocasiones me han entrevistado, ahí que me coloca en un pedestal. ¿Es trabajo que te entrevisten en la radio? Vaya preguntas más absurdas planteo.

Genís Roca explica cómo su abuelo Genís y su padre Genís asistieron a cambios sustanciales respecto al trabajo. Yo miro hacia atrás y veo el pleistoceno laboral; miro hacia adelante y solo soy capaz de intuir que quienes vienen detrás son diferentes de cómo veo a mi generación. Si miro a lo que tengo cerca, resulta que nuestra hija hace ya años que vive en Andorra y allí tiene organizada su vida. No tengo claro que el progreso del que mi generación disfrutó respecto a las precedentes sea algo que van a disfrutar las actuales. El trabajo ha reventado, se ha atomizado, está perdiendo sentido de referencia. El trabajo no es interpretable de manera homogénea, vive preso de enormes contradicciones y nadie sabe muy bien cómo definirlo.

En mi tesis doctoral leí mucho sobre la household economy de la mano de Eric Von Hippel. Hoy el término gig economy ha ganado puestos en el ranking de actualidad quizá para taylorizar las relaciones laborales. Además, escuchamos aquí y allá hablar de la platform economy. Ya veis, todo en inglés, que si no cuesta más que cuele. Han aparecido otros tipos de economía, el capitalismo global aprieta y suelta amarras. Sin contricante al otro lado del ring, golpea rápido, arriba-abajo, no hay tiempo de esquivar los golpes. El trabajo, tal como lo entendimos, pierde por KO a las primeras de cambio.

¿Qué sabemos acerca de cómo será el trabajo en el futuro? Siempre puedes recurrir a las toneladas de informes que analizan el impacto de las tecnologías. La transformación digital parece que se va a cobrar un cierto peaje en términos de puestos de trabajo tradicionales. O sea, de cualquier puesto de trabajo de esos de 8 horas y concretado en una clásica descripción funcional. Todo es susceptible de ser digitalizado y ya no es cuestión de que los robots hagan mejor que los humanos el trabajo mecánico. No, el asunto más delicado es que los algortimos dicen que van a tomar mejores decisiones que nosotros. Diossss, cómo se lo explico a mi madre. Genís, ¿se lo podríamos explicar?

En fin, leo y releo, hago proyectos de consultoría, doy clases en la universidad, tutorizo proyectos fin de grado y trabajos fin de máster, mentorizo a alguna que otra startup: ¿de verdad estoy en condiciones de entender el trabajo de hoy en día o, peor aún, el trabajo del futuro? Quizá lo único que me salva es mi autoconvencimiento de que, sea lo que sea, no nos podemos permitir el lujo de dejar el planeta peor que lo encontramos. Y esto aplica a cualquier orden de la vida. Es casi lo único por lo que creo que merece seguir ahí en la brecha, como si entendiera qué está pasando y qué va a pasar.

Si quieres seguir leyendo sobre fragmentación del trabajo y otras elucubraciones en este mismo blog, no es la primera vez que me detengo en eswta estación.

Imagen de Monsterkoi en Pixabay.

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2 comentarios

amalio rey 13/01/2020 - 15:43

Post que se lee de un tirón. Muy entrañable. Te leo desayunando en México. Creo que hubiera estado bien incluirte en ese panel de ponentes. Llevas tiempo reflexionando y publicando cosas sobre eso. Muchas preguntas y poquitas respuestas, como es lógico por la enorme dificultad de leer el futuro en esto. Funciona muy discontinuo. Parece imposible extrapolar.

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Julen 16/01/2020 - 06:19

Creo que en la universidad se va a poner en marcha algún curso especializado o algo así relacionado con el futuro del trabajo. A ver si puedo andar cerca y aportar. No hay duda de que es un tema de interés. ¿Qué pasará dentro de 10 o 20 años? A veces me parece casi imposible predecir nada… 😉

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