Los sueños no se cumplen en las empresas

by Julen

sueno12Va una primera conclusión del experimento en que os preguntaba por estilos de liderazgo. Por supuesto que habéis matizado fino y en la dirección correcta: depende de muchos factores. ¿Hay un estilo mejor? ¿No deberían evolucionar con el tiempo? Porque las cosas cambian y requieren enfoques diversos. Todo eso es cierto. Pido perdón de antemano porque lo mismo pensáis que los tres párrafos siguientes van con bala, pero nada más alejado de la realidad. Son sólo palabras con argumentos y como tales sujetas a rebate.

La puntuación más baja la recibe eso de que «cada cual ya tiene su proyecto» y es líder del mismo. Parece muy difícil asumir que cada cual tenemos nuestro proyecto y que la empresa puede ser el lugar donde lo llevamos a cabo. Eso no es de este planeta empresarial. Bueno, con alguna honrosa excepción. Quienes «acometen una empresa» es habitual que se lo planteen como un reto, una especie de realización personal, de esfuerzo por el que merece la pena hacer algo. Para este tipo de gente no hay líder que valga. Pueden tener sus referentes, pero ya se encargan ellas mismas de generar la energía suficiente. Llevan dentro el liderazgo que necesitan.

La empresa aparece, por tanto, como el mínimo común denominador de un conjunto de personas. No ya un factor potenciador de las capacidades e ilusiones de la gente sino como un modesto factor común que lima pasiones y dota de sentido racional al proyecto. Vamos, que le quita emoción y lo deja en mercados, productos, servicios, procesos, sistemas de gestión, auditorías y toda una retahíla de asuntos aburridos. Un rollo, vamos. Un rollo al que es muy difícil enchufarse por soso y falto de vida.

Así que las personas tenemos una doble vida. En la profesional hacemos lo que tenemos que hacer. En la nuestra, la que nos pertenece, hacemos lo que nos gusta hacer. Lástima que ambas vidas no coincidan, ¿verdad? Las empresas juegan en desventaja porque ven individuos que trabajan. Pero las personas son mucho más. Y es precisamente en este «mucho más» en el que reside, creo, el talento, el compromiso y la ilusión. Todo ello fuera de las empresas. Que tengáis buena semana.

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9 comentarios

josempelaez 15/06/2009 - 08:59

No puedo rebatir lo que argumentas. Lo que se me ocurre es que también hay otras organizaciones, además de las empresas, que impiden la realización de los sueños. ¿Será un problema de todas las organizaciones?

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Lula Towanda 15/06/2009 - 10:06

Ser mercenario es una manera de poder ganarse la vida y sufrir menos desilusiones porque el compromiso y la ilusión son muy vulnerables.
Tuve suerte de trabajar en otras épocas en que era menos arriesgado implicarse en los proyectos. En mi última etapa laboral el trabajo en vez de llenarme la vida terminó llenándome la nevera.

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Carme 15/06/2009 - 11:28

«Así que las personas tenemos una doble vida.»

Porque cuando alguien dice que en su trabajo tiene a sus amigos, porque salen juntos los fines de semana, organizan comidas y demás, se juega mucho ahí. Su interlocutor le dice: «Pobre de ti, que cuando te despidan no perderás sólo tu trabajo, perderás mucho más».

Ya no existe un empleo para toda la vida. Es un hecho. Pero las personas continuamos necesitando nuestro proyecto vital. Y en todo esto, los empleados son la parte más débil, la que más ha perdido ahora. Pero a largo plazo, quien más pierde es la empresa tradicional. Las personas encontrarán el modo de realizar su necesidad vital.

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gallas 15/06/2009 - 11:35

Provocador otra vez.

No estoy de acuerdo con la idea que lanzas. Si he entendido bien tu tesis es; liderazgo peor valorado el de cada cual es lider de si mismo = la empresa reconduce las energias personales y los potenciales individuales hacia rentabilidad colectiva y aburrimiento.

Si ya sé que yo mismo entro en el juego de reducir aun más tus palabras. También hago trampa pero es un poco lo que haces tu en este post, ¿no? (Con todo el afecto y animo de provocar también)

Entrando más en tus argumentos parece como si fuera imposible encauzar las energias personales un proyecto común. Creo que hay una realidad que se impone y es la del compromiso con un horizonte que parece impedir visualizar otros.

También tengo experiencia de otras manreas de organizarse dónde hay capacidad de escuchar otras fuerzas y desplazar parte de las energias a estos nuevos lugares.

Al final, yo creo que es como la «vidamisma», la elección y priorización de lineas de trabajo se impone.

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Enrique 15/06/2009 - 11:36

Yo creo que existen algunas empresas que contemplan el desarrollo laboral y personal del individuo dentro de la organización. Una especie de servicio del departamento de RRHH que se llame gestión de carrera avanzado, que hace posible este desarrollo y que contempla un margen amplio de libertad, seguramente con fecha de caducidad pero que al menos articula la posibilidad de experimentar años concatenados de “felicidad”.

A día de hoy y en lo que nos ha tocado vivir lo que comento es una fruta difícil de encontrar, la opción es seguir buscando (aquí o en países mas desarrollados) o emprender una aventura.

A esto de las aventuras le tengo mucho respeto, que bueno sería tener incorporada una cabeza auxiliar que pudiera ver las cosas desde la perspectiva externa, esa que en ocasiones sería de gran ayuda.

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Ivan 15/06/2009 - 12:16

lo mismo refleja Branson en los libros que lei estos meses,y que tanto aprendi,analiza tb que es jodido que la gente no pueda trasladar su personalidad al curro,q le corten de lleno las allas,que no nos dejen que traslademos las mismas pasiones al curro que las que tenemos para los hobbies ,aficiones y demas.
quiza se siga teniendo como decias en pasados posts una mentalidad del trabajo tiene que ser sufrir,estar puteado,producto,venta y darse de hostias con la competencia
pero quiza hay puntos en el medio,caminos donde muchos puentes se pueden crear.
entonces,donde esta el problema?en las mismas personas o en el SISTEMA?

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Yuri Noda 16/06/2009 - 01:53

En tu post mencionas uno de los retos que me he puesto dentro del campo laborar: Conseguir un equilibrio, o mejor dicho, un hibrido entre lo laboral y lo personal.

No digo que sea posible en 100% de los casos, pero conozco ya a unos cuantos así.
Lo triste es que tanto el entorno personal como en laboral no están acostumbrados a ver este tipo de personas. Aun no está bien visto eso de «Ser visiblemente feliz trabajando».

Dices… «..En el que reside, creo, el talento, el compromiso y la ilusión. Todo ello fuera de las empresas…» Estoy de acuerdo. Por eso, sigo tratando de atraer ese talento, compromiso e ilusión también al campo laboral… ¿cómo? Analizando la ‘Moneda Social’, lo que mueve a las comunidades, persistiendo con el mensaje de que «trabajo» puede ser lúdico y eso no quiere decir falta de seriedad. «Jugar en serio», no es una tontería. Cuando uno «Juega en serio», se arriesga, da mucho, se ilusiona, se apasiona…etc. Es uno de los aspectos que hace que una Comunidad sea activa.

Julen… ¿por qué muchas veces das un enfoque tan pesimista de las organizaciones? Una cosa es ser crítico… OK… Es tu rol eso de ser «provocador»… pero … ¿Te has cansado de tratar de cambiar haciendo cosas? ¿Ya no crees en las organizaciones ni las personas que formamos en ella?
No niego que hay veces que me invade es misma idea, pero yo prefiero actuar y experimentar. Aunque no logre gran cosa da igual, porque forma parte de mi desarrollo personal (retos) y me hace sentir bien.

Hay personas como yo que sigue creyendo en las personas que forma parte de la organización actual, con ganas de cambiar. No se si será mucho o poco, pero algo haremos entre todos. ¿No crees? Mientras tanto… ¡A disfrutar implicandose en este proceso!

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Anna 17/06/2009 - 22:12

Bueno, pues yo voté por la opción «perdedora» 😉 Y sí que es cierto que no creo en los líderes (aún menos en los institucionalizados) y que intento no necesitarlos. El motor y la motivación están en cada uno de nosotros y la capacidad para cambiar las maneras de hacer también.

Desde mi punto de vista, sólo quisiera hacer una puntualización: tener un proyecto propio, a mi parecer (y al menos de ahí partía cuando voté la opción 3) no supone renunciar a disfrutar del trabajo. Es más, en mi proyecto personal incluyo una serie de rasgos y principios en la manera de actuar que también intento trasladar al trabajo. Así que, si los comparto (y a pesar de que me cuesten más de un disgusto), consigo percibir como menos adulterada la esfera profesional, precisamente porque intentas hacer las cosas de otra manera.

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Nuevo trabajo | QQ 08/03/2011 - 16:48

[…] iban a dar aun mas dolores de cabeza, por mucho que en todas partes cuezan habas. Como dice Julen, los sueños no se consiguen en las empresas, pero nunca hay que rendirse porque si que se pueden alcanzar grandes bocados de satisfacción, que […]

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