Trabajo (in)dependiente

by Julen

Este próximo jueves tenemos nueva reunión del Foro Hobest. Tema identificado: trabajo dependiente. Todo viene a cuenta de una discusión acerca de las limitaciones que provocan las dependencias que surgen toda organización cuando hay especialización funcional de por medio.

Es curioso. Yo, desde que baje al nivel mínimo de organización, esto es, uno consigo mismo, no veo sino oportunidades en las relaciones. No llego a entender por qué la dependencia debe ser una condición provocada por un sistema. Si usáramos una idea de relaciones causa-efecto lineales todavía podría aceptarlo. Pero no lo veo así cuando la complejidad dinámica es la norma y cuando las tecnologías de información y comuncación nos han añadido excepcionales capacidades de relación.

En este sentido el trabajo dependiente se conviente en interdependiente primero para bordear la independencia después. Las conexiones son los factores que proporcionan poder a los nodos. La información no es poder. La información que se comparte sí es poder. El conocimiento encerrado bajo el perímetro de seguridad de las organizaciones clásicas no es poder. El conocimiento compartido sí es poder. La lógica de un trabajo conectado en el siglo XXI rompe la concepción básica que planteaba Ronald Coase en The Nature of The Firm. Los costes de transacción no son ya costes. Son la mejor de las inversiones que una persona o una organización pueden hacer.

¿Trabajo dependiente? Parece que suena a dependencia de una materia prima para alimentar a la máquina. Parece que suena a aquella persona que vive sin acceso a información y «si no se la dan» no mueve un dedo. Parece que suena a que alguien estruja en su beneficio (o perjuicio según circunstancias) el cuello de botella. De acuerdo, Eliyahu Goldratt ha influido mucho en la idea de centrarnos en lo que genera dependencias, pero es que la lógica del conocimiento escapa a esas esclavitudes. El jefe que controla el poder porque controla la información se ve desbordado por doquier. Las personas podemos adquirir esa información la mayor parte de las veces sin necesidad de pasar por ese cuello de botella. Sé que no es la norma, pero no estamos aquí para hablar de lo que ha sido sino de lo que es y puede ser.

El trabajo necesita ser independiente en origen. Al menos como punto de partida. Después quienes lo llevan a cabo ya reconocerán cuáles son las conexiones que generan más valor. Pero no tanto como limitación para conseguir eficiencia, sino como potencial para ir más allá. Si se quiere, podemos aceptar la interdependencia, pero yo la veo como una simple condición con la que todos cumplimos. Lo que hacemos está conectado con casi todo. El mundo ha empeñecido de forma estruendosa. Los experimentos de Milgram acerca de las dinámicas del mundo pequeño tienen plena vigencia. Todo está conectado con casi todo. Antes era una intuición; ahora es un realidad y, al mismo tiempo, una gran oportunidad.

Quizá la lógica de la dependencia en el trabajo ha formado parte del arsenal utilizado por la parte contratante para dominar a la parte contratada. La asimetría en la relación hurgaba en la herida: trabajador empleado, subcontratado, asalariado, dominado por un superior jerárquico. Todo un lenguaje de dependencias. Pero eso ya no tiene sentido. Los jefes no saben más que los indios. No la mayor parte de las veces. El conocimiento no rueda paralelo con la jerarquía. En la lógica del conocimiento las dependencias sólo tienen que ver con la ignorancia. Y, por cierto, ésta puede ser tanto intelectual como emocional, no lo olvidemos.

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3 comentarios

Alfonso Vázquez 29/11/2008 - 21:56

Gracias, Julen. Sólo unas anotaciones para clarificar –parcialmente- qué entiendo por “trabajo dependiente”.
En primer lugar, no tiene nada que ver con la liosa discusión del nuestro último encuentro sobre dependencias, interdependencias, independencias, y demás… Aunque sociológicamente el tema sea muy interesante, parto de la asunción de que los seres humanos somos “animales sociales” y, por tanto, transitamos en, y convivimos con, estas categorías toda nuestra vida.
En segundo lugar, coincido contigo en que el trabajo cognitivo contiene en sí el POTENCIAL de su liberación, pero sólo eso, su “potencial”. Es decir, su expansión masiva no significa necesariamente su realización, sino que esta implica una opción “política” (o, más exactamente, “biopolítica”), que, de momento, está lejos de realizarse.
En tercer lugar, por “trabajo dependiente” no entiendo un trabajo que depende de los demás –todos los son, como todas nuestras relaciones vitales- sino lo que podemos llamar “trabajo alienado”, curiosamente “independiente” del producto fabricado, del cliente, de la “otra” sección, del proveedor… de forma que sólo “depende” del –se debe al- tiempo de trabajo, del “horario” laboral y de la retribución horaria; esas son sus únicas referencias. Y esto vale tanto para la empresa, como para las instituciones, como para las escuelas, como para las empleadas de hogar… Y la lógica de este tipo de trabajo, abrumadoramente mayoritario en nuestras sociedades, no se basa en la buena o mala “voluntad” de las organizaciones y sus directivos, sino en la “lógica abstracta e impersonal” del sistema imperante, que parece cuasinatural, cuasiobjetiva…
Pero ya seguiremos hablando de ello.

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Alejandro Carballo 29/11/2008 - 22:39

Hay un punto en este tema que creo que es muy importante a considerar:el tema de las explicaciones o fundamentación, cuando son válidos y cuando no.
Aquí es donde se vé con bastante claridad cómo las explicaciones válidas son las que valida el poder, pero que luego se transforman en una vaca sagrada en la organización, muchas veces limitando enormemente algunos resultados.Y esto es un funcionamiento muy importante para comprender la dependencia
A este respecto sugiero leer: http://clionauta.wordpress.com/2008/05/30/entrevista-a-jacques-ranciere-el-maestro-ignorante/ ,donde si bien se refiere a esto en el ámbito educativo, creo que es perfectamente aplicable a cualquier ámbito de poder o dependencia.

Felicitaciones por tu nuevo blog Julen, siempre superándote.

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Maite Darceles 29/11/2008 - 23:46

Zorionak por pasar a software libre. Hurgando en la web de Wordpress leí algo que me pareció bonito, decían que «no se trata de luchar con la aplicación» como sucede en otros casos de todos conocidos a los que hacía referencia.
Curioso, Julen. Hablas -por ejemplo, en el último párrafo- del trabajo dependiente como una realidad ya superada, como si el potencial del trabajo del conocimiento se hubiera materializado ya, como si lo que solemos denominar como modelo imperante hubiera pasado a la historia. Yo veo modelo imperante en cada piedra que levanto.
Y de ahí la necesidad de transformar, posibilidad con la que últimamente te sientes bastante excéptico o pesimista. Pero ahora veo que quizá la diferencia de enfoques no sea tanto de confianza en las formas de intervención que puedan ayudar a una transformación de las organizaciones, sino, más bien, de que no verías necesidad para ello… Está muy bien. Todo esto nos permite focalizar el debate hacia los aspectos realmente divergentes para enriquecimiento mutuo. Seguiremos… nos vemos el jueves. Un abrazo.

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