Forastero, sal de mi empresa

by Julen


Una actitud abierta requiere relativizar los planteamientos propios. Cuanto más convencido uno está de sus argumentos, más complicada la apertura. Cuanta más razón carga, cuanta más verdad, más difícil abrir la lata. Eric Von Hippel ha analizado con cierta profundidad qué supone la apertura en las comunidades de software libre. Parece que venía en su código genético. Qué distinto de lo que pasa en las empresas.

Porque las empresas son el paradigma de lo cerrado. Físicamente lo primero que cualquier gestor con dos dedos de frente hará es marcar límites y colocar seguridad perimetral: verjas, cerraduras, llaves. Ahí sólo entra quien debe entrar: alguien que trabaja para esa empresa, que recibe dinero por ello y que mantiene una relación contractual acreditada ante la ley. El primer mundo, por miedo y desconfianza, al avanzar en su desarrollo económico, protege sus propiedades. Forastera es toda aquella persona que no es del lugar. Y la economía está llena de propietarios unos y forasteros otros.

No deja de sorprender que la confianza de la gente ha caído en picado a medida que la sociedad avanzaba. Allá en las pequeñas islas de Azores el coche seguía dejándose con la puerta abierta y la ventanilla bajada. No tanto para que entres en él, sino como muestra de que hay confianza. Las sociedades más pequeñas favorecen que sus miembros se conozcan. Las personas se miran y se saludan. Pero las empresas están para otra cosa: para ganar dinero. Y con eso no se juega. Candado y ahí no entres, que es mi propiedad privada. No vayamos a liarla.

Sin embargo, con la digitalización, cada vez es más complicado colocar cerraduras. Y cuantas más colocas, más ingenio se despliega para saltarlas. La digitalización ha traído consigo una nueva apertura, ésa que existe de facto, la quieras o no. Pero eso, en cambio, no es así en las empresas. Por eso me temo que la empresa, respecto a la apertura, tiene un gran problema cultural consigo misma, a saber:

  • La sociedad que la rodea la empuja a candar sus posesiones, incluidas las intelectuales. Ha sido así durante muchos años y es lógico que haya sido así. Si no proteges, te roban.
  • La competitividad es un valor que choca contra la apertura. El colega a quien dejabas copiar en el examen se convierte en un enemigo que podría quedarse con ese puesto que tú te mereces. Esto son oposiciones, no una ONG.
  • La transacción económica que se establece entre empresa y trabajador incluye el derecho de posesión intelectual. No emocional, pero sí intelectual. Lo que sepas deberás comunicárselo al gran empleador. Si no, corres riesgo de desaparecer. Y, por supuesto, no deberás contárselo a tus amigos, a tus compañeras de estudios, a tu familia, a tus colegas. Lo que sabes de tu actividad laboral es algo que sólo debes contárselo a tu empresa.


Así que tenemos que usar tácticas inteligentes para que la empresa muerda el cebo de la apertura. La más fácil, con proveedores y clientes. Y aquí acepto que Toyota abrió en su día un estupendo camino y que toda la parafernalia del «servicio al cliente» también nos está ayudando. Pero esas relaciones son demasiado instrumentales y con fines demasiado limitados. Son relaciones forzadas donde el beneficio mutuo es lo que dice la teoría, no lo que se practica.

En definitiva, que la apertura, la oxigenación, la porosidad, son ahora necesidades para ser competitivo. Y al mismo tiempo que eso sucede, la empresa actual es una organización muy mal preparada para vivir de esa forma. Los cambios pueden acontecer porque no queda más remedio o a través de un continuo, por pequeñas grietas que se van abriendo. Vamos poco a poco. Por eso debemos primero con cosas como:

  • abrir conocimiento, participando en foros o comunidades en las que se hable de lo que nos interesa, al margen de nuestra empresa
  • participar de forma activa en actividades propias del sector, con otras empresas, y promover el asociacionismo entre quienes están ahí
  • invitar a los proveedores a que pisen nuestro espacio privado, que vengan a nuestra casa para charlar y tomar un café, para hablar del futuro y de proyectos comunes
  • hacer lo mismo con tus clientes para sacarles de la esclavitud de las relaciones comerciales de corto plazo
  • buscar universidades o centros tecnológicos que investiguen en torno a nuestro mismo territorio o a territorios cercanos para generar relaciones profesionales
  • llevar a cabo actividades que nos impliquen con nuestra comunidad geográfica cercana, buscando también las conexiones sociales con nuestro entorno, de donde a veces surgen ideas emocionalmente cercanas a nuestros objetivos


En definitiva, que antes de comenzar en el plano digital quizá convenga ir engrasando la cultura para abrir la empresa (sin descartar el uso de la tecnología como caballo de troya, claro está). Porque a día de hoy, la mayor parte de lo que veo, son candados con cerraduras de seguridad. Y eso no se cambia de la noche al día. Como decía James Boyle confundador del Center for the Study of the Public Domain en la Duke Law School en A closed mind about an open world:

Studying intellectual property and the internet has convinced me that we have another cognitive bias. Call it the openness aversion. We are likely to undervalue the importance, viability and productive power of open systems, open networks and non-proprietary production.


No sé si es «aversión», pero desde luego que no es «propensión». La apertura en el mundo empresarial no se practica. La norma es otra. Trabajo por delante para cambiarla. Y buena parte de él va a tener que ver con socavar prejuicios cuyas raíces son bien profundas. Es una idea similar a la que maneja Tom Davenport cuando reconoce que son algunos valores culturales hondamente arraigados los que debemos ir cambiando si queremos que la parte social de la web 2.0 arraigue en la empresa. Así que ánimo e inteligencia.

Si quieres leer algo más sobre apertura y empresas en este blog:


Nota.- La foto de Flickr de lizjones112.

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6 comentarios

Telémaco 07/09/2007 - 18:28

Al leer tu estupendo post me han venido a la mente dos canciones:

esa de…
«Al corazón del amigo,
abre la muralla;
al veneno y al puñal,
cierra la muralla;
al mirto y la yerbabuena,
abre la muralla;
al diente de la serpiente,
cierra la muralla;
al ruiseñor en la flor,
abre la muralla…»

y esa de..
«No me llames extranjero, por que haya nacido lejos,
O por que tenga otro nombre la tierra de donde vengo
No me llames extranjero, por que fue distinto el seno
O por que acunó mi infancia otro idioma de los cuentos,
No me llames extranjero si en el amor de una madre,
Tuvimos la misma luz en el canto y en el beso,
Con que nos sueñan iguales las madres contra su pecho… «.

!Maldita sea!. Nos pasamos la vida buscando la felicidad, que como decía Epicuro no es otra cosa que la ausencia de miedo, y no hacemos otra cosa que alimentar el miedo y dejar que sea él el que controle nuestras vidas y todas nuestras actividades.

Aunque tienes toda la razón me j..e que alguien llame a eso «valores culturales».

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Julen 08/09/2007 - 08:09

telémaco, mejor nos iría si eliminamos esas palabras del diccionario, ¿no? Me refiero a extranjero y forastero.

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Lula Towanda 08/09/2007 - 16:52

Telemáco, me lo has quitado de la tecla lo de la muralla.
Pues no sé que decir, mi nuevo jefe es extranjero y ¡cómo se nota!.
Podría escribir algo así como la Tesis de Nancy. A este paso va a resultar una fuente de inspiración mayor que la vuestra y la de muxfin 🙂

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Julen 08/09/2007 - 20:35

lula, extranjero, pero jefe. Eso no vale 😉

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raul andrés 08/09/2007 - 22:53

Julen me ha encantado lo de «llevar a cabo actividades que nos impliquen con nuestra comunidad geográfica cercana, buscando también las conexiones sociales con nuestro entorno, de donde a veces surgen ideas emocionalmente cercanas a nuestros objetivos»

esto está en mi cabecita y veo que en la de otras personas.

de echo siempre me ha gustado imaginar este tipo de situaciones y de como resolverlas, pues si es web social todo viene de las acciones y pensamientos sociales, de las personas.

me siento identificado con este tipo de acciones, comprobado durante dos años en una academia sobre gnu/linux y software libre, también explicando la 2.0, en vallecas ahora transformada en Garage30 😉

de ahí han salido y saldran las siguientes flores, de ellos, de la sociedad.

un saludo y un placer leerte.

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Julen 09/09/2007 - 05:56

raúl andrés, gracias, compañero. Aquí en Bilbao también andamos con una iniciativa que quiere seguir los pasos de garaje30. Hay un grupito de gente tratando de generar un espacio donde interactuar y aprender unos con otros. Saludos.

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