01 Guadalajara – Mandayona #EspañaVaciadaMTB

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Ayer, como comentaba en el post anterior, llegamos a Guadalajara. Nos alojábamos en un hotel de las afueras, en la zona de la autovía que viene de Madrid. Tras dejar las bicis en la habitación, nos acercamos al centro. No había mucha gente por la calle. Parecía que el éxodo de Semana Santa se notaba en demasía. Eso sí, una despedida de soltera contaba con banda de música y generaba la habitual algarabia. Costumbres que se abren paso entre la languidez de un sábado de pasión.

Elegimos un poke para cenar ligero. Resultó que sólo ofrecía comida para llevar. Plan B: una pizzería trattoría cercana. O sea, un verdadero exceso para cenar. Sirvió, no obstante, para entender un poco mejor la sociología de los nuevos barrios de Guadalajara: tiendas de mascotas, negocios regentados por chinos y residencia para la gente mayor.

Venga, vamos con la ruta. Como quiera que nuestro primer final de etapa nos queda en dirección noreste, teníamos que atravesar la city. O sea, una forma como otra cualquiera de comenzar a pedalear por la España Vaciada: cruzar una pequeña capital de provincia de Castilla-La Mancha… que ha ido creciendo en población a lo largo de los últimos años. Paradojas de la ruta. Eso sí, el salto en demografía de 1970 a 1981 tiene truco porque Guadalajara se anexionó los municipios de Iriépal, Taracena y Valdenoches. No obstante, la cercanía a Madrid seguro que influye. Y sí, has pensado bien, porque el riesgo de convertirse en ciudad dormitorio está muy presente.

El caso es que el problema de la España Vaciada, después de cuatro años de reivindicación «oficial», continúa muy presente. Estos días se han realizado manifestaciones para que el problema no se olvide. Aquí en Castilla-La Mancha fue ayer en Cuenca. A ver si sirve para que el problema se vaya reduciendo.

Nosotros, tras cruzar la ciudad, hemos tomado uno de los ramales que ofrece El Camino del Cid: el de Álvar Fáñez que, en principio, va desde Castejón de Henares hasta Guadalajara capital. En nuestro caso lo hemos pedaleado en sentido contrario y sin llegar hasta Castejón, sino haciendo noche en Mandayona.

Según nos explican en la web oficial de El Camino del Cid, pedaleamos por tierras en las que Álvar Fáñez, lugarteniente del Cid, «acompañado por doscientos caballeros, saqueó la ribera del Henares hasta llegar a las puertas de Alcalá de Henares, pasando por Hita y Guadalajara». Lo típico del momento: tomar prestados “muchos ganados de ovejas y vacas” y otras “grandes ganancias” para las tropas del Cid, que ya entonces andaban echándole el ojo a Zaragoza. No se me ponga tonta, señora, que le rebano el cuello en un abrir y cerrar de ojos. Vaya haciendo la lista de lo que nos tiene que entregar.

En los primeros kilómetros andaba yo mosca porque no veía la clásica señalización del Camino del Cid. En su lugar, eso sí, se veían marcas rojas y blancas de GR. Pero no había duda, en Ciruelas nos ha quedado claro.

El camino nos ha permitido atravesar bastantes pueblos. Cojo aire y los digo de carrerilla: Taracena, Tórtola de Henares, Ciruelas, Torre del Burgo, Hita, Valdearenas, Muduex, Utande, Ledanca, Argecilla, Almadrones y, finalmente, Mandayona. Al principio hemos pedaleado entre campos de cereal en un constante sube y baja, y con grandes horizontes.

La segunda parte nos ha dirigido hacia la vega del río Badiel, afluente del Henares. Hemos salido a través del Col de Almadrones. Era «la subida» del día.

Ya sé que de los pueblos que he citado, hay uno que os sonará bastante, sin menosprecio de los demás. Me refiero a Hita. Porque habéis leído el Libro de buen amor, de Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita, ¿verdad? ¿A quién no le interesa una autobiografía de los asuntos amorosos del autor (bueno, nos la quería colar como don Melón de la Huerta) por la que desfilan unas cuantas de sus amantes? Pues estamos en la Baja Edad Media, no te digo más. Nada de Tinder, hazte cargo.

A lo que íbamos, que me despistáis. Nosotros hemos seguido la señalización del ramal de Álvar Fáñez. Si quieres información detallada, insisto, puedes echar un vistazo a la topoguía de la web oficial. Mira que esta gente del Camino del Cid mantiene su apuesta. Supongo que es la ruta con más recursos públicos y con el añadido de que provienen de diferentes comunidades autónomas. Seguro que en todos lados cuecen habas, pero, visto desde fuera, es un proyecto que merece toda nuestra atención. Simplemente navega por su web para darte cuenta de lo que hablamos.

Pueblecito va y pueblecito viene, el camino se ha hecho entretenido. Hemos parado en Hita, donde hemos subido hasta la iglesia de San Juan para disfrutar de unas estupendas vistas. Un señor bien entrado en años nos ha estado contando las penurias con la falta de lluvia y de dónde procedían normalmente las nubes que traían agua.

La vega del río Badiel nos ha ofrecido pistas entretenidas e incluso algún tramo de sendero. A ambos lados de la vega, la meseta se presta a cubrir labores de vigía. Como decía antes, hemos salido de la vega tras una buena rampa que nos ha dejado en Almadrones.

A la salida del pueblo ha habido que pelearse con un sendero con bastantes tramos no ciclables y bien surtidos de aliagas. Finalmente nos ha dejado en una zona llana en donde hemos perdido por un momento el track. Con algún que otro sufrimiento y tras rodar por una zona plantada de cereal (espero que no hayamos hecho mucho estragos) hemos conseguido volver a la pista que, por fin, nos ha sacado a la carretera que lleva a Sigüenza. Por ella, tras una bajada fulgurante, hemos terminado la etapa en Mandayona.

Saludos de quien escribe y de la locomotora de Mundaka, que está que se sale, jeje.

Kilómetros totales hasta esta etapa: 83,03.

Metros de desnivel acumulado hasta esta etapa: 1.303.

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📷 Fotografías de la ruta.

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