¿Retener talento? ¿No es mejor liberarlo?

by Julen

Cómo pasa el tiempo. Hace solo 17 años escribí esto sobre las organizaciones-tapón (el subrayado es de ahora):

Son varias las veces que en los últimos días me atrapa esta imagen: la del tapón. Organizaciones que son como tapones. Bloquean la salida del potencial de las personas. Concepto tapón:

    • El tapón es un mecanismo de defensa. Es pensamiento grupal, es supuesta seguridad, es control. Como profesional, eres una persona que estás dentro y no quiero dejarte marchar. Como persona, estás «dentro», solo dentro.
    • El tapón, con el tiempo, elimina las fuerzas para querer abrirlo: las personas se acomodan a una situación de limitación.
    • El tapón es opaco y no deja ver lo que hay fuera: las personas pierden contextos y referencias.
    • Si, por alguna extraña razón, el tapón desaparece, de repente emergen personas diferentes. Puede que con más potencial del que pensábamos.
    • Hay fábricas de tapones: los directivos, la sociedad en su conjunto, la intolerancia, el endiosamiento de la productividad.

Así pues, las organizaciones-tapón funcionan con el objetivo de que sus personas no liberen la energía de que disponen. Pueden hacerlo a propósito o sin querer. Pero casi todas tienen en común una cosa: nos ponen límites.

En 2022 la gestión de las personas en las organizaciones habla de talento. En 2005 me da que no era una palabra que estuviera dentro del top ten. Hoy las expresiones de moda son: «captación de talento» y «retención de talento«. En cambio, la «liberación de talento» no parece haber conseguido cuota de pantalla. Hay que captar y retener, nada de liberar.

Captar. Una de las acepciones de la RAE: «Atraer a alguien o ganar su voluntad o afecto». Por supuesto, la cuestión es cómo. «Ganar la voluntad». Son palabras mayores, ¿no? ¿Eso no es lo que pretenden las sectas? Las sectas captan.

Retener. Si te vas a la RAE, puedes elegir el lado malévolo y tienes varias opciones. «Impedir que algo salga, se mueva, se elimine o desaparezca». Ese «algo» lo mismo es una persona, ¿no? «Imponer prisión preventiva, arrestar». Esta es más delicada. No queremos llegar a tanto en nuestras organizaciones, ¿no? «Reprimir o contener un sentimiento, deseo, pasión, etc.». Pues esto de «reprimir» tampoco suena bien, la verdad.

Pero ahí estamos, entre el captar y el retener. Por meter el dedo en el ojo, solo aporto dos reflexiones. Ya veremos si nos da por seguir tirando del hilo.

  1. Toda esa gente a la que se despide (mediante sus más variados eufemismos, que los hay a espuertas), ¿es talento? Porque habrá que añadir «expulsar talento«, ¿no? ¿O «talento» es algo que aplica solo a lo que entra, pero no a lo que sale? ¿Cómo es eso de «expulsar talento»? No digo que no haya reflexión al respecto, pero el mainstream se ha quedado con lo de captar y retener. Modo Cheap Hapiness Officer. ¡A la puta calle! No, esto no vende.
  2. ¿Cuánto «talento» que ya poseen las personas de tu organización se está desperdiciando? ¿Qué sería «liberar talento»? ¿Hablamos de dejar que fluya libre, que se conecte con más personas de nuestra organización?, ¿solo de «nuestra» organización? ¿Liberar talento es quitar barrotes?, ¿la gente de tu organización vive dentro de una cárcel de talento?

Lo mismo resulta que, 17 años después, ni siquiera hemos progresado. Eso sí, tenemos nueva terminología. ¿Gatopardismo?

Imagen de Myriams-Fotos en Pixabay.

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