Desde la eternidad, de Susana Martín Gijón #NovelaNegra 36

by Julen

Desde la eternidad es la segunda de las novelas de la Saga del Trébol, la trilogía que Susana Martín Gijón ha escrito con Annika Kaunda como protagonista. El nombre, no obstante, hace alusión al tatuaje que cuatro amigas provenientes de Bosnia decidieron lucir en señal de su amistad al compartir la decisión de emigrar de su país. Como tantas otras veces, aquel viaje no terminó como ellas previeron al comenzar la aventura. Ahí, alrededor de esta singladura, la autora encuentra el elemento común en sus historias, aunque con diferente peso en cada una de ellas.

De las tres novelas, me quedo con esta segunda, pero todas ellas sirven para pasar un buen rato. Siempre se plantean varias tramas en paralelo, con capítulos muy cortos, que permiten hilvanar historias duras con el lado oscuro de la emigración siempre presente. Annika Kaunda es una policía que no puede pasar desapercibida en Mérida. Proveniente de Namibia, tras dejar buena parte de su infancia y adolescencia en un centro de menores, ha podido salir adelante. Claro que su color de piel atrae enseguida las miradas. Pues bien, es allí, en la capital de Extremadura, donde se desarrollan las investigaciones, aunque con algún que otro salto geográfico y temporal de por medio (sobre todo, en la tercera, Vino y pólvora).

Leer a Susana Martín Gijón es leer a alguien que, por su trayectoria profesional y, supongo que por su vocación, ha desarrollado una especial sensibilidad ante la dura realidad de la emigración. Esta novela, como las otras dos, está repleta de explicaciones didácticas en torno a los trabajos que se llevan a cabo desde los servicios sociales de las instituciones públicas. La misma Annika es una polícia especializada en violencia de género.

Desde la eternidad se recrea también en otra de las señas de identidad de Mérida: su pasado romano. Si el tatuaje hace de hilo conductor en las tres novelas, no es menos cierto que este otro elemento posee también gran peso en la novela. Y es que Mérida llegó a ser la séptima ciudad del imperio romano; de ahí que dé tanto juego para imaginar intrigas y maquinar diábolicas formas en las que asesinar.

Si en las dos últimas reseñas de novela negra que publicábamos aquí, Sospechosos y La luz muerta, nos recreábamos en el Gran Bilbao como otro protagonista más de las tramas, ahora le toca el turno a Mérida, Badajoz o Montijo. Ah, y con un guiño al tremendismo de Camilo José Celá porque la tercera de la saga parte de un asesinato en Torremejía.

En fin, son las tres primeras novelas que leo de Susana Martín Gijón y, en mi mejor línea, han caído un abrir y cerrar de ojos. Lo dicho, de las tres, esta segunda me ha parecido que hilaba mejor la trama. Anímate a conocer Mérida desde otra perspectiva y aprende a asesinar como un verdadero romano de la época (bueno, o romana) 😉

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