BIRGAITZEN II: empoderando a las personas usuarias

by Julen

Birgaitzen

A lo largo de la tesis doctoral he mantenido ciertos contactos con H-Enea Living Lab. Es una iniciativa que se enmarca dentro de ACEDE, el Clúster del Hogar de Euskadi y que la presentan de esta forma:

H-Enea Living Lab nació hace cinco años bajo el paraguas del antiguo Clúster de Electrodomésticos de Euskadi, que lideraba entonces la desaparecida Fagor Electrodomésticos y desde entonces ha experimentado una interesante evolución.
Nuestra filosofía se centra en acercar la innovación a las personas impulsando proyectos desde la intercooperación y la confianza, fomentando la sostenibilidad del proyecto a lo largo del tiempo, para que este pueda tener un impacto más positivo en los entornos en los que se aplica.

Lo que ha unido los caminos de mi tesis doctoral y H-Enea Living Lab es la innovación que se desarrolla a partir de las personas usuarias. En mi caso, acudiendo a quienes montan en bici y hablan de ella a través de un foro de discusión online que, por cierto, a día de hoy está ya cerca de los 70.000 mensajes. En el caso de H-Enea, en la medida en que su objeto de trabajo tiene que ver con lo que sucede de puertas para adentro de los hogares en que vivimos, el colectivo de personas usuarias potencialmente involucradas es mucho mayor. Pero, claro, hace falta concretar qué es lo que despierta la pasión de esas personas.

En este contexto del hogar ha surgido una oportunidad muy interesante, la bautizada como Birgaitzen II:

…viene a ser la continuación de un proceso en el realizamos entrevistas a personas usuarias que hubieran implantado soluciones de eficiencia energética asequibles en sus casas. Dentro de estas soluciones se identificó una como potencialmente escalable a un grupo de hogares, por lo que diseñamos un piloto en el que participaron diferentes hogares y agentes sociales y económicos de la comunidad.

Hacía falta reunir a aquellas personas con sensibilidad por disponer de una alternativa de eficiencia energética que se alejara de los estándares de servicio de las grandes compañías. Y es así como se fueron dando los pasos para llegar a prototipar 16 casos, con una reducción de consumo de 26.880 kWh, un ahorro anual en calefacción 1.267,00 EUR  y un incremento del confort entre 1 y 4ºC, dependiendo del hogar.

Este tipo de iniciativas de innovación de usuario vienen de alguna forma a poner sobre la mesa la realidad de que quizá hay mucha auténtica innovación sucede fuera del ámbito empresarial. La ciudadanía es capaz de proponer alternativas; solo necesita de metodologías que canalicen las propuestas (por cierto, me acuerdo de CoCreable, un proyecto del que ya hemos hablado aquí en su día).

En fin, solo quería dejar constancia de esta iniciativa: personas usuarias en comunidades dando pie a una nueva forma de organizarse para ganar en eficiencia energética en sus hogares. Ahí es nada 😉

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