18- Pejanda-Quintanaentello #OlvidadoTransKtb

by Julen

Mar de nubes desde los altos de Sejos

Casa Molleda, el alojamiento donde me he hospedado, ha resultado ser un centro cultural bien activo en toda la comarca de Polaciones, aquí en Cantabria. Dicho esto en su más amplio sentido. Por aquí pululan de vez en cuando los Desleales, una banda de música que en su día aparecieron como referencia de Mahou en un anuncio en el que «tocaban a cambio de botellines». Se montó un cierto revuelo vinculándolo a la precariedad de la cultura si tenía que venderse haciendo trueques cerveceros. En fin, Casa Molleda, un sitio peculiar y donde la música, más allá de esto que comento de los Desleales, está muy presente. Pasaos por allí y lo entenderéis. La muestra de instrumentos musicales bien merece la atención. 

Ayer en Venta Pepín ya me hablaron de osos en la comarca. En Pejanda también. Y de lobos, jabalís y más fauna típica de estos territorios. Da la impresión de que la convivencia con el ganado doméstico no es fácil. Siempre parece que la forma en que hablan de ellos es como amenaza. Claro que habrá que vivir aquí para entenderlo. Y vivir de la ganadería. 

¿Qué llevamos hasta la fecha recorrido? Puestos a hacer números, vamos por los 1.253 kilómetros y 25.607 metros de desnivel acumulado. A esto habrá que sumar lo de la etapa de mañana. Cuando vas sumando distancias y desniveles siempre sorprenden un poco los datos. En realidad las etapas han sido relativamente cortas. Nunca he apurado más allá de las 15:30 y muchos días he terminado bastante antes. Comenzar a pedalear a las siete y cuarto o siete y media tiene estas ventajas. En realidad podría estirar más las etapas pero me vale así. No quiero llegar exhausto al terminar. El único día que se salió un poco fue el que terminé en Lugueros. La subida al Puerto de Vegarada fue dura, quizá el único tramo donde puedo decir que «sufrí» (pero sin exagerar). 

Hoy he salido como de costumbre pasadas las siete y cuarto. Tengo que bajar primero un par de kilómetros por la carretera para coger luego un desvío ya en subida hacia Uznayo donde retomamos la Transcantábrica. En el pueblo comienza la pista que sube a los altos de Sejos y comunica con la cuenca del río Saja. El día amanece como los dos últimos: cerrado. La subida es dura aunque llevadera porque hoy las pistas no presentan dificultad técnica alguna. Lo único que hay que hacer es pedalear con aliento y esquivar las moñigas de vaca. 

Pues bien, la niebla que veía al comenzar es la típica pegada a los valles. Arriba hace un día radiante. Flotando sobre el mar de nubes se pedalea mejor, no hay duda. No sé si las vacas (he visto unos cinco mil millones) también lo apreciarán, pero no me extrañaría. Hoy mugían más de lo habitual. Cómo son estas chicas. Lo cierto es que se estaba de maravilla allá arriba. Quizá porque sabía que eran mis últimos puertos de la ruta el día se ha portado así conmigo y me ha regalado unos paisajes magníficos. Quizá de los más bonitos de toda la travesía. 

Bajamos hasta la carretera que sube del valle de Cabuérniga para acceder al Puerto de Palombera. Este sí que es el último de la ruta. Hasta otra. 

Todavía queda un repecho por una pista a la izquierda de la carretera para ya en bajada pasar primero por Argüeso y luego por Fontibre, con visita obligada al nacimiento del río Ebro. En Reinosa nos avituallamos en un bar de la plaza del ayuntamiento. El pueblo está al pil-pil de gente. Arriba en las cumbres a rebosar de vacas y caballos, aquí abajo otro tipo de fauna. 

Hasta aquí la etapa ha sido dura en lo físico. La subida inicial a los altos de Sejos y la siguiente tras bajar a cruzar el río Saja dejan en 1.200 los metros ascendidos solo en esa parte. Desde Reinosa todo cambia. El pantano del Ebro manda en la ruta. Al venir pasé por el otro lado siguiendo el Camino Olvidado. Tiene mucho más encanto que esta parte. El viento pega con cierta fuerza, mayormente a favor aunque hay zonas en las que cuesta pedalear. En La Población cae una Coca-Cola. No sé si comer algo aquí o irme directo hasta mi fin de etapa. Opto por lo segundo. 

Al final de una recta me despido de Zinaztli. Él se sube para un gran parque eólico en los Montes del Somo. No sabe que un desprendimiento le hará terminar la etapa en Espinosa de los Monteros por carretera. Allí termina su ruta. Nosotros mañana nos vamos hasta Lutxana, punto final del viaje de la hulla que se extraía de las entrañas de los montes de León. Y punto final de nuestra ruta. 

Desde la Caseta del Campanario en Sejos

Último puerto de mi Transcantábrica

Esto son cuernos

Distancia: 78,84 kms. Tiempo de pedaleo: 5h 14min. Desnivel acumulado: 1550 m.

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Fotografías de la ruta cargadas en el álbum de Flickr.

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2 comentarios

19- Quintanaentello-Bilbao #OlvidadoTransKtb | Consultoría artesana en red 08/08/2017 - 17:45

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En bici por el Parque Natural Saja-Besaya – Consultoría artesana en red 01/12/2019 - 05:30

[…] Seguimos subiendo de la mano del Barranco de las Fuentes que por fin se abre a partir de la cota 1.000. Me pasan un par de chicos en bici que aprietan más que yo en la subida. Debo decir que iba muy a gusto, sin forzar, disfrutando del paisaje y a sabiendas de que todavía me quedaba un buen trecho, aunque enseguida iba a ser casi todo en llano o en bajada con la excepción del breve pedazo por carretera hasta el alto de La Palombera. Se ve aún nieve junto a la pista en zonas sombrías. Finalmente, al llegar arriba a la Cruz de Fuentes, se aborda un tramo llano y se desciende luego a la carretera que viene de Reinosa. Arriba en La Palombera son 1.260 metros. Recuerdo cuando pasé por aquí desde los altos de Sejos en la TransCantábrica. […]

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