El viernes pasado asistí a una nueva sesión de Arbela que giró en torno a la participación de los trabajadores en el capital de las empresas. Ya se han escrito un par de artículos al respecto: un estupendo resumen de Jorge Cerezo en el blog del Departamento de Innovación y Pomoción Económica de la Diputación Foral de Bizkaia y una valoración más personal de Germán Gómez-Tejedor. El artículo de Jorge sirve para haceros una idea fiel de lo que se trató en esa sesión. Además también lo estuvimos twitteando.
En la presentación inicial José Luis Jiménez Brea, como miembro de la Asociación de Amigos de José María Arizmendiarrieta, nos desgranó algunas de las claves de lo que entendía por «participación», en diferentes niveles y argumentando que hay que hacer las cosas de otra manera. Explicaba que se puede participar:
- en la gestión
- en los resultados
- en el capital
Sería como una secuencia lógica que incorpora esos tres ingredientes para que la salsa ligue bien y el plato guste al paladar. Utilizó José Luis el concepto de «empresa inclusiva» en donde se trata de asegurar los procesos repetitivos (la calidad), potenciar los creativos, favorecer los relacionales y todo ello para desarrollar el autocontrol. Esta empresa inclusiva debe fijar su norte en el cliente y conseguir que las personas compartan el proyecto en el que trabajan.
Así es como de alguna forma parece lógico «exigir» la participación de las personas en su capital. Asumir el proyecto implica también entrar en el riesgo de participar en el capital. Aquí es donde me asaltan las dudas. Hacer tabula rasa y proponer una participación generalizada es algo que no acabo de ver. Porque hay dos aspectos básicos a considerar:
- Cada cual asignamos al dinero un valor diferente. Es más o menos importante y esto hace que presuponer que incrementa el vínculo entre persona y empresa… bueno, al menos, admita matices. Habrá a quien le implique y quien pase de ello olímpicamente.
- Además, cada cual parte de una situación económica personal diferente. Si tu cartera no está muy llena, seguro que priorizas otras cosas que no sean tan arriesgadas. O no, pero de nuevo me parece un matiz a considerar.
Es lógico hurgar en las formas en que incrementar el vínculo persona-empresa. Pero entrar en la vía del dinero como elemento para afianzar el vínculo es jugar con fuego. En mi experiencia profesional he visto salir «lo peor de cada casa» cuando me he puesto a trabajar en sistemas retributivos. Y han sido unos cuantos. Sea por la razón que sea, hay que estar preparado para ver cómo mucha gente «se truena» cuando hablamos de dinero.
No digo que no haya que indagar estas vías. Por supuesto que sí. Pero no es lo mismo una situación con la cartera llena que con la cartera vacía. Y no es lo mismo «hacer participar» a las personas en el capital cuando la empresa va viento en popa que cuando hay nubarrones. No, no es lo mismo. Compartir el riesgo, como decíamos ayer, quizá no es trigo limpio en según que circunstancias.
Por cierto, muy interesante la charla del gerente de Industrias Lebario sobre su experiencia en este terreno. Se trata de una empresa familiar que está recorriendo un camino en este sentido. La exposición resultó muy amena explicándonos la forma en que han ido resolviendo paso a paso cada nueva situación. Aún no han llegado a la participación en capital pero sí que han entrado ya en vías de retribución variable vinculada a la marcha de la empresa.
Bueno, que fue un placer pasarse por allí y encontrarse con unas cuantas aprendizas y otros tantos aprendices. Y no me olvido de una compañera de MIK, que a través de la línea de investigación de modelos empresariales socialmente responsables, también anda alrededor de estas cosas de la participación en capital y alrededores.
4 comentarios
Mr, a este tema llevo tiempo dandole vueltas. Comparto tus dudas sobre los sistemas retributivos, pero cada vez tengo mas claro que es un tema que hay que resolver. A veces me pregunto si el hecho de no compartir las participaciones en el capital/beneficios de eMOTools ha estado en la base de las carencias de nuestro modelo, que en el resto de las variables ha sido siempre bastante distribuido
Ya sabía yo que este tema te iba a tocar. Ya me acordé de vuestro caso cuando estaba en la jornada el otro día 😉
Tema complejo y con muchas interpretaciones. Ya se sabe que cuando entra don dinero en juego sale a relucir lo mejor y peor del ser humano.
Yo con Don Dinero pocas veces he visto salir lo bueno. No digo que no pueda suceder pero la tendencia es exactamente la contraria.