He terminado de preparar la presentación que utilizaré en Amposta el día 20 de este mes de septiembre, dentro de las jornadas àtic2ª 2008 – ViuLaVidaDigital. Daniel Gil Solés, entre otras personas, lo anda organizando. Por allí me encontraré con colegas y amistades del barrio: Carme Pla, Edu William, Genis Roca o César Calderón. Seguro que aprendemos. Y, además, con el añadido de volver a ese lugar tan especial: el Delta del Ebro, ahora fundido con su Ebresfera.
Me han pedido que hable de mis cosas: las empresas, las personas, las tecnologías. El caso es que según lo estaba preparando pensaba lo aburridos que podemos llegar a ser cuando nos ponemos a hablar de estas cosas. No hay forma de evitar repetir una sarta de topicazos. Porque a ver quién es el guapo que es capaz de hablar de empresa, tecnologías y personas sin citar talento, conocimiento, innovación y todos esos palabros completamente abstractos y oscuros de comprender.
Ya me he quejado más de una vez de lo que aburrimos al personal. Siempre hay tiempo para desplegar el pouerpoin de turno, preparado a medida para dormir a los asistentes. Quizá sea el destino final de nuestro discurso. Y, claro, luego el asunto es que todos queremos sacar los pies del tiesto y brillar con nuestra originalidad cautivando a la audiencia con nuestras dotes de comunicación. Ya, pero el fondo fondo, un rollo. Un turre.
Las cosas se hacen, los acontecimientos se suceden, pero nuestra gestión sólo se mueve a un único ritmo: el ritmo lento. Aquí sólo hay una velocidad. Por mucho que tratemos de dulcificar la espera, en general, nos repetimos como discos rallados. Hace poco leía que Tim Brown, de IDEO, había escrito que «la gente creativa no está interesada en la gestión». Seguramente si yo tuviera 20 años tampoco lo estaría. Rollo y más rollo, palabras que se las lleva el viento, discursos vacíos, más cerca de la mentira simple y llana que de cualquier otra cosa.
Dicho todo lo anterior, intentaremos no aburrir. Disculpas si no lo consigo. Tendré una segunda oportunidad el martes 23 porque también ese día tendré que dar otra conferencia en el Instituto de Máquina Herramienta de Elgoibar organizada por los propios alumnos de su interesante Ingeniería en alternancia. Os dejo las inevitables transparencias. He tratado de seguir el consejo de Alorza tras las microponencias de Politika 2.0 y no podréis encontrar mucho texto.
10 comentarios
«Su proveedor: otra persona con más credibilidad». ¿No es eso una jerarquía? ¿Es la credibilidad un potencia típico como el gravitatorio, y lo que se provisiona sólo va «cuesta abajo»?¿No serían posibles entonces redes de empresas personales no jerarquizadas?Me llenas de dudas con esa frase.
¡Oye! que no es aburrida la presentación de manajemén. ¿No estarás sacando los pies del plato?
Déjame llevarte las maletas, amigo.
Te daré unos cuantos abrazos para que los repartas por ahí: a Genís (que sea fuerte), a César…
Julen, gracias por venir y dedicarnos tu tiempo. ¡Pero qué dices de aburrirnos! Que no, que no, que ya lo verás. ¡Con la ilusión que tenemos!
La credibilidad, entiendo, depende de la comunidad de observadores que vaya formando dicho concepto.
Tal vez diera para estudiar el cómo se construye la credibilidad en distintos tipos de comunidades, para actuar acorde, según sea el caso.
Si la nueva jerarquia es una medida dependiente, principalmente,del historial del cumplimiento de promesas personales, no me parece mal dicha jerarquía.
Neocoach: sí, pero llevándolo hasta el extremo, el recién llegado, el joven, el inmigrante desde otros lugares o desde otros planos no tendría oportunidades, simplemente por no tener contactos. ¿No se trata un poco de deshacer esa característica, en mi opinión mala, del mundo empresarial convencional? Obviamente cada cual tiene que crearse su red social (no en el sentido informático), pero no creo que la credibilidad deba depender de ésta exclusivamente. O si no al final estaremos como siempre, esperando «poder meter la patita» en los sitios.
m@k, proveedor-cliente no tiene nada de jerarquía, es cadena de valor. Respecto a lo «meter la patita», es cuestión de inteligencia mezclada con unas dosis de valentía y descaro.
lula, es que ando en crisis (¿cuándo no?) con el manajemén.
alorza, abrazaré, abrazaré.
carme, seguro que lo pasamos bien. Lo que pasa es que, como le comentaba a Lula, a veces me parece que damos el tostón.
neocoach, cumplir promesas es muy delicado; casi mejor construir la credibilidad por la fuerza de los hechos. Además, claro está, de ser «buena gente».
Julen,
será un placer volver a verte por estas Tierras. Y seguro que tu presentación para nada será un tostón 🙂
julen, sera todo un placer poder conocerte y escucharte. 🙂
daniel, nos vemos. A ver si hay suerte y no aburrimos 😉
edu, será un placer, desde luego.