Cómprame, cómprame, cómprame

by Julen


Extraños mundos estos en los que el objetivo como negocio es que te compren. Digo que te compren… como negocio completo, vaya. O al menos parece que mola y que es sinónimo de éxito: lo lograste, te han comprado. Me refiero a esta fiebre de adquisiciones donde parece que el sentido del negocio tiene que ver con que alguien empieza con ilusión y ganas… para luego acabar siendo pasto de las ansias de comprar del gran vecino del norte.

Claro que va a resultar que soy un carca. Va a resultar que tanta cooperativa me ha vuelto turulato (encima en inglés). Que las cosas no son así en el mundo exterior. Las empresas se crean en el tupido universo de las transacciones comerciales, donde todo se compra y todo se vende. Antes era en el mercado callejero y ahora es en eBay, con confianza, eso sí. Pues que sepas que da lo mismo: sólo ha cambiado el collar. El perro sigue siendo el mismo.

Bueno, me centro. Creo percibir como modelo de negocio aceptado el de «empieza sin dinero pero con ideas, a ver si lo haces bien y llega alguien con los bolsillos llenos para comprarte«. Cuando te compren, entonces es que has tenido éxito. A nivel planetario Google o Yahoo son quienes deben comprarte; déjate de chorradas. Aunque luego, claro está, hay una pléyade de compradores candidatos a todopoderosos, pero de segunda división. Bien, bien, vale. De acuerdo, también sirven. Si tienen pasta, claro. Puedes probar a ponerte en bolas en el escaparate a ver si tienes suerte.

Nada de continuar con tu proyecto. Si se fijan en ti lo mejor es dejar que te penetren. La utopía es para los tontolainas que no saben que el dinero no viene de París sino de las Américas americanas. Porque esto tiene que ver con el dinero. Ni web 2.0 ni empresa 2.0 ni chorradas. Aquí lo que mola es que te compren, que eso sí que da dinero. El mundo está montado como está. Unos tienen la pasta y sólo tienes que hacer que se fijen en ti. Cuando el rey Midas aparece, entonces la mente se nubla, que para eso Dioniso le concedió el don de que todo lo que tocara se convirtiera en oro. Es simple y fácil. No es más que dinero. Para eso son las empresas, ¿no? Para ganar dinero. Pues entonces.

Así que ya he descubierto cuál es uno de los principales modelos de negocio en el universo 2.0: desaparecer previo pago de una recompensa. No tanto desaparecer. Porque la idea seguirá. Pero sí desaparecer como proyecto con las señas de identidad originales. Porque a partir de la compra, serás «quien fue comprado«. Y qué suerte si con ello te entró pasta en cantidad. Así está montado el tinglado. Eso sí, quizá tengas ideas porque no tienes pasta. Y ten cuidado, no vaya a ser que con tanta pasta te quedes sin ideas. Tú verás. Suerte.

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3 comentarios

Gabriel 25/06/2007 - 11:48

Cómprame cómprame = burbuja burbuja

Realizar negocios a base de la plusvalía y no de los rendimientos no es producir, es especular.

No podría estar más de acuerdo 🙂 felicidades por el blog.

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Martín 25/06/2007 - 19:39

Pues no puedo estar más de acuerdo.

Incluso yo iría aún más lejos, sólo hay que pasarse por los foros/comunidades de emprendedores de Silicon Valley y ver como lo que se lleva realmente es presumir de cuantas rondas de capital de riesgo has levantado, y con cuantas empresas diferentes. Y es que se están formando verdaderos expertos en hacer creder ideas, coger su parte, y a otra cosa mariposa.

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Cayetano 26/06/2007 - 15:38

Contado de otra forma y hace algún tiempo: Las hormiguitas codiciosas. Saludos

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