Google: gigante distinto, pero el mismo temor

Actualización.- Tras publicar el post encuentro esta viñeta en el blog de Alex Barnett.

Me parece que la reflexión de Nicholas Carr sobre el modelo de negocio Google es una buena carga de profundidad que deja caer algunas de las virtudes y defectos de este gigante. En un artículo titulado United States vs. Google, muestra su opinión de que este caso no es como el de Microsoft o IBM en su momento.

That may seem far-fetched at this point. In contrast to IBM and Microsoft, whose fierce competitiveness made them good villains, Google seems an unlikely monopolist. It’s a happy-face company, childlike even, which has gone out of its way to portray itself as the Good Witch to Microsoft’s Bad Witch, as the Silicon Valley Skywalker to the Redmond Vader. And yet, however pure its intentions, Google already has managed to seize a remarkable degree of control over the Internet. According to recent ComScore figures, it already holds a dominant 44 percent share of the web search market, more than its next two competitors, Yahoo and Microsoft, combined, and its share rises to 50% if you include AOL searches, which are subcontracted to Google. An RBC Capital Markets analyst recently predicted that Google’s share will reach 70 percent. «The question, really,» he wrote, «comes down to, ‘How long could it take?'»

Aunque aquí en esta parte del sur de Islandia, la reflexión nos queda lejos, no cabe duda de que hay que argumentar en torno a este gigante que todos usamos: Google. Tan grande, tan diseminado, tan omnipresente que uno a veces piensa cómo pudo existir no ya un mundo sin Internet sino un mundo sin Google. Parafraseando a los colegas Kjell Nordstrom y Jonas Riddestrale, si éstos decían que los centros comerciales son las iglesias de nuestra era, quizá Google sea la religión de principios del siglo XXI. ¡Y no necesita monumentales edificios de piedra para atraer a las multitudes! Despliega los sentidos, estate atent@.

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