Hacia consensos vía divergencia: la coalición

Mario «Nodos en la red» acaba de publicar en su blog la conversación que hemos mantenido. Ya desde Cluetrain y supongo que desde que el humano dispone de lenguaje, lo nuestro es conversar. Un blog es conversación y éste seguramente es su mérito. Mario ha publicado el diálogo, pero la gracia está en que el diálogo sea entre más personas; por eso no había otra salida que escapar hacia delante desde ese ameno toma y daca. Yo he quedado en presentar un resumen para avanzar. Así que allá voy. Episodio n+1, continuará.

Hubo un Agile y otras declaraciones de intenciones mucho más importantes y que quizá dejan la que nosotros queremos hacer muy pequeñita en este inmenso ciberespacio. Pero el movimiento se demuestra andando. Por eso vamos a tratar de construir una vía común, web 2.0 en mano, con algunas paradas en las que compartir cara a cara razones y emociones. La famosa (¿?) coalición de consultores toma dos formas que construyen una paradoja: mira a lo que todavía no es y bucea en el corto plazo, porque de proyectos vive el consultor. Sería la primera declaración: acción y reflexión, para generar una dinámica de permanente vaivén.

Estamos pensando preparar para la vía reflexiva unas jornadas de trabajo ágiles en las que podamos participar quienes por aquí nos movemos. El centro de la diana gira en torno a la consultoría que prestamos a nuestros clientes. Ahí convergen todos los caminos. Hay un cliente con el que queremos desarrollarnos, porque su desarrollo es el nuestro también. En estas jornadas, que podrían ser rotativas en función de la geografía dispersa que nos une, iríamos presentando ponencias (cortas, rápidas, ágiles, de idea, impactantes) sobre diversas cuestiones, que Mario ya ha comentado al hacer pública la conversación en su blog y que yo complemento con otras ideas:
– Ética personal y deontología profesional con el cliente
– Respeto como valor clave en la gestión de las personas
– La relación con el cliente
– La colaboración en red entre profesionales independientes y microempresas
– Sistemas de incentivos, retribución y reconocimiento
– Atracción y retención del talento
– Gestión y formas de compartir conocimiento con enfoques copyleft
– Innovación efectiva vs. modas en management
– Project management en la consultoría

La fórmula para poner en marcha las jornadas podría ser la de confomar vía blog o wiki un equipo promotor que empuje el proyecto. Según quiénes estemos en el ajo, el equipo promotor podría variar en función de los lugares por dónde vayamos realizando las jornadas. Este turismo profesional (placer + trabajo) lo podríamos situar en fines de semana, cuando se trate de compartir tiempo y espacio. Mientras esos momentos no van llegando, blog y wiki serían el soporte.

Respecto a la divulgación, nos serviría el marketing viral que surja de nuestros blogs, aunque podríamos utilizar vías alternativas, si así lo acordáramos. En esto también tendrá mucho que ver la cantidad. ¿Quiénes estaremos el primer día D? Ya lo iremos conociendo. Por supuesto que en el momento de realizar las jornadas buscaríamos una divulgación vía blogs, con podcasting y otras zarandajas del estilo, como es costumbre en estos lugares que habitamos.

Las primeras jornadas debieran mantener un espíritu abierto y sería interesante que incluyéramos la voz de nuestros clientes. Pueden llegarnos de diferentes formas y no tenemos que circunscribirnos a su presencia física. Creo que nos conviene dotarnos de un enfoque sistémico y tratar de incluir visiones amplias, que nos permitan ubicarnos y comprender, hasta dónde lleguemos, la complejidad en que la nos movemos. También estaría bien que atrajéramos a gente del mundo académico, universitario, investigador…

Los pasos en el corto plazo son sencillos:

• Recoger voluntarios para el proyecto, teniendo en cuenta que hay diversos trabajos a ir preparando
• Decidir unas fechas de referencia y un primer lugar como punto de partida (puede ser Zaragoza, pero puede ser cualquier otro lugar que nos viniera bien)
• Acotar los temas de las ponencias y distribuir su desarrollo (no estaría mal tener enfoques diversos respecto a ciertas cuestiones nucleares)
• Organizar el calendario y el programa para 2-3 días de trabajo, descanso incluido. Vamos, la logística de detalle que supone cualquier evento de estas características.

Así pues, las orejas están desplegadas, al más puro estilo gomaespuma.

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