La perversión del prompt

by Julen

Se nos está llenando la boca acerca de la importancia de saber escribir «prompts». Supongo que hasta hace cuatro días esto de los prompts quedaba fuera del radar de la «gente normal». Por simplificar (que me corrija alguien que sepa más que yo si es que patino), el prompt implica que tengo que adaptar mi conversación a lo que la máquina entiende o no. Es decir, tengo que modificar mi registro «natural» de conversación para adaptarme a lo que exige la máquina. Si no me adapto, la máquina no funciona: ni me entiende ni me dará buenas respuestas. ¿Buenas? No sé si es la palabra. A lo mejor nos viene mejor «correctas».

Así pues, en la universidad tenemos una nueva materia que trabajar con el alumnado. Permitidme hablar de la prompterización del lenguaje. Ahí da igual si escribes raya o ralla, porque o porqué. Da igual que no escribas bien (en el sentido clásico) porque la máquina está preparada, según parece, para sobrellevar nuestras limitaciones de ortografía y de construcción sintáctica. Lo que importa es que vayas desgranando los diversos elementos de la tarea que le estás pidiendo. La máquina te pide contexto, te pide ejemplo, te pide… Y si queremos resultados de calidad, a pasar por el aro.

Olvida la ironía, la doble intención, el juego, la metáfora. La máquina está pensada para lo que está. Tiene que entenderte y por eso te pide que te rebajes a la altura del prompt. Cada vez que hagas tu trabajo bien –o sea, que hables como máquina– te recompensará con una albóndiga. Tu trabajo es continuar girando en la rueda para que consigas nuevas albóndigas. Parece sencillo. Incluso a lo mejor la máquina es capaz de utilizar refuerzos contingentes que desaparecen de vez en cuando para conseguir que te enganches con más fuerza en el nuevo modelo. Recuerda: buen prompt = albóndiga. Pero no siempre, por si acaso.

En estas estamos. Una inteligencia artificial que nos pide volver atrás en el juego de la oca. Hay que retroceder y hablar «lenguaje máquina». Quién nos iba a decir que el progreso educativo iba a pasar por semejante paradoja. Mientras, todo hay que decirlo, andamos bastante perdidas a la hora de encarar la mejor forma de emplear estas cosas de la inteligencia artificial en la universidad. Hay cuestiones profundas de ética de por medio, no hay duda. Son cargas de profundidad para lo que queremos ser como humanos.

Pues eso, vete aprendiendo a escribir buenos prompts, que de eso depende tu presente y tu futuro. La máquina te lo agradecerá.

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay.

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4 comentarios

Iñaki Murua 23/05/2024 - 08:37

Debe ser que no soy muy capaz de «prompterizar» mi lenguaje… aún: no he conseguido que la IA me escriba este comentario 😀

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Julen 23/05/2024 - 12:58

Ojo, que algún día estos lo consigues. Será un gran avance paradójico jeje

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Amalio A. Rey 23/05/2024 - 15:16

Hola, Julen. Aquí tengo mis dudas. Seguramente tú, con tu lío universitario, estás más puesto que yo con esto. Si prompterizar tiene unas reglas, una ingeniería, para sacar más rendimiento a la IA (y supongo, según la herramienta que sea), ahí ni p… idea. Si es así, entonces hay que «rebajarse» a la máquina. Pero lo que me parece realmente interesante (desde mi ignorancia, aclaro) es que toda la habilidad que puede haber en redactar buenos prompts, pero desde el punto de vista humano. Lo que quiero decir es que entre dos personas, como yo, que no tenemos ni p… idea de la parte ingenieril/maquinal del prompt, una puede obtener muchos mejores resultados que otra, si sabe escribir prompts más agudos, más humanamente inteligentes, ¿cómo ves eso? Ahí, me parece, habría hasta para montar una asignatura. Y sospecho que no tiene nada que ver con el lenguaje maquinal, sino con la capacidad de hacer buenas preguntas. Me imagino, en un aula universitaria (de esas que me perdí, a pesar de mi vocación), haciendo pruebitas con los alumnos y alumnas, a ver qué manera de plantear las preguntas (ante el mismo molde maquinal) da mejores resultados. Haces una «competencia» entre varios alumnos y después se vota a ver cuál ha sido la pregunta más certera para extraer a la IA la mejor respuesta, ¿como lo ves? un abrazo

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Julen 24/05/2024 - 06:48

Gracias por la reflexión, Amalio.
El punto delicado es la afirmación «la capacidad de hacer buenas preguntas». Lo digo porque no es igual hacerlas a otras personas que hacerlas a una máquina. Ya hay investigación que dice que un buen prompt debe incluir estos seis aspectos: tarea, contexto, ejemplos, rol, formato y tono. Así de «simple». Luego, por supuesto, está el asunto de avanzar en la «conversación» con el chat. Aceptar que tenemos que educar para saber preguntar a las máquinas, para mí, es un asunto muy delicado porque las máquinas no son cajas que «rebotan» nuestra información, sino que la van incorporando en su aprendizaje profundo.
La gran cuestión aquí es: ¿yo le enseño a la máquina o la máquina me enseña a mí?
Me pongo nervioso con esta pregunta… 😉

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