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Territorio y bicicleta: la experiencia del press trip en Vouzela – Consultoría artesana en red

Territorio y bicicleta: la experiencia del press trip en Vouzela

by Julen

Como ya comenté varios días atrás, he tenido la oportunidad de participar como invitado en un press trip –mi primera vez a estas alturas de partido– de la mano de Turismo del Centro de Portugal. Llevo ya más de dos años escribiendo para Bizikletan – Andar en Bici y de ahí el viaje. De esta forma hemos podido conocer las propuestas de la Ecopista do Vouga y la Ecopista do Dão. Ya os podéis hacer una idea: «ciclismo sin prisa« por unas rutas en parte muy adecuadas para gravel y en parte incluso para bici de carretera. Vamos, olvidaos de la doble suspensión, que no es, para nada, el caso.

Hemos estado, eso sí, un tanto condicionados por el clima, pero otoño es otoño y mejor que llueva, que es lo que toca. Aún así, ni tan mal, porque hemos podido pedalear una cuantas horas y hacer, eso sí, miles de fotos. Estábamos alojados en Casa das Ameias, en Vouzela, una casa solariega verdaderamente especial, que cuenta incluso con su propia capilla, dedicada a San Juan Bautista.

Galeria de imagens deste alojamento

Si hablamos en sí de las rutas ciclistas ha sido mi primera experiencia con una bici de gravel, en este caso una  Megamo Jakar. Lo digo desde ya: me ha dejado muy buenas sensaciones. Fue curioso que, cuando la cogí, me sorprendió su elevado peso. Es un modelo con cuadro de aluminio y eso se nota comparado con el peso pluma de mi bici de monte habitual, la Oiz M-Ltd. La Jakar viene montada con un monoplato de 40 dientes y un cassette 11-42 de 11 velocidades. Además, la horquilla en fibra de carbono servía muy bien para absorber las irregularidades del terreno. Me sentí muy cómodo con ella y la encontré sorprendentemente rápida. A ello contribuía, claro está, el terreno: solo pedaleamos por pistas asfaltadas o con piedra muy compacta. Pues eso, estupenda la primera experiencia. Mi nutricionista seguro que se alegra 😉

Las dos ecopistas por las que hemos pedaleado sirven para entender una orografía compleja, que queda condicionada por los cursos de agua. Estamos en un territorio montañoso, al noroeste de la Serra da Estrela, con un conjunto de sierras que se suceden, separadas unas de otras solo por los ríos que fluyen bien hacia el Duero, al norte, bien hacia el Mondego, al sur, o bien hacia el Atlántico, como es el caso del Vouga que finaliza su curso de agua en Aveiro. La Serra da Freita (Rita, te compro desde ya su belleza en el mes de mayo) o la quizá más conocida Serra do Caramulo son, no cade duda, una muy buena alternativa para pedalear, tanto con bici de monte como de carretera, o para hacer senderismo. Ha quedado también anotada y bien anotada, la Grande Rota das Montanhas Mágicas – GR60. Tiempo al tiempo: ha pasado a ocupar un lugar destacadísimo entre los próximos proyectos de Rodamos Suave Suave.

La ecopista do Vouga, desde Vouzela, en donde estábamos alojados, permite pedalear hacia el este –en dirección a Aveiro, aunque realmente termina en Sernada da Vouga– o hacia el oeste, hasta Viseu, en donde empalma con la ecopista do Dão. Eso se traduce en una buena cantidad de kilómetros muy amables y agradecidos. Otoño puede ser una estupenda época para acercarse por esta zona. Eso sí, quizá convenga echar un vistazo previo al tiempo para que la experiencia sea más placentera. Los bosques cubren buena parte del recorrido. Los típicos envoltorios espinosos de las castañas, que «alfombran» buena parte del terreno por el que se pedalea, obligan a un entretenido serpenteo.

Otro detalle que me ha hecho especial ilusión ha sido volver a São Pedro do Sul y a Arouca, lugares en los que pernocté allá por 2016, cuando hice la ruta desde Sagunto hasta Oporto, siguiendo la propuesta de Antonio Maíllo: la TransIberia. Desde hace años Portugal es un país que me encanta, sea de simple visita turística o para pedalearlo. En parte se lo debo, creo, a mi amigo Juan, allá en Huelva. En su momento descubrimos también las islas Azores y las visitamos todas ellas, incluida Corvo, la más aislada y pequeña. Ya veis, no solo es el Portugal continental, también hay otras opciones.

Bueno, pues habrá que decir «hasta la próxima». Porque no hay duda: volveremos. Quizá más adelante escriba algún texto de más detalle en torno a las rutas que hemos pedaleado, ya veremos.

Por fin, no puedo dejar de mencionar a quienes nos han acogido fantásticamente bien. David y Teresa, un placer esas conversaciones en torno a «Iberia» jejeje. Rita y Denis, toca disfrutar de la juventud a lomos de una camper con música y mountain bike de por medio, ¡quién pudiera! Paulo, quedan islas en Azores por descubrir, ¿verdad? Ah, y larga vida al Vasconha BTT Vouzela. Celeste, una anfitriona como pocas que nos convenció de que la Casa das Ameias y los pasteis de Vouzela son una combinación insuperable. Y, cómo no, mi compañero de fatigas, Ángel, que a sus 71 años de vez en cuando pasa de los 100 kilómetros en sus rutas suave suave. Empezó a los 12 años a pedalear: no hay Strava que aguante sus estadísticas, seguro. Es el alma de Bizikletan – Andar en Bici. Pues eso, ahí seguimos pedaleando, escribiendo y haciendo fotos.

Ecopista do Vouga desde Vouzela hacia Sernada

Ecopista do Dão de color añil en Santa Comba

Puente sobre el río Dão

Paulo hace buenas fotos 🙂

Con Ángel, Rita y Paulo al finalizar la ecopista do Dão

Trinchera otoñal camino de Viseu por la ecopista do Vouga

Con David y Ángel en unos de los puentes sobre el río Vouga

Nota.- Algunas de las fotografías son de nuestros compañeros de fatigas 😉

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