Hace ya unos meses, a través de un amigo común, Angel Toña me explicó su proyecto. Quería poner en el mercado una revista en torno a la cultura ciclista. Y por su experiencia previa —fue en su día alma mater de Ciclismo A Fondo— su intención era hacerlo en papel. Desde luego que a alguien como yo, que vive en gran parte en lo digital, le llamó la atención esa filosofía vintage del proyecto. Claro que hoy es el día que la revista tiene tres números en la calle y que pretende seguir estando en los kioscos y librerías con muchos más. La revista en cuestión es Bizikletan (versión con contenidos en castellano y euskera) o Andar en Bici (versión esclusivamente en castellano): https://andarenbici.com.
Tras alguna que otra vicisitud respecto al enfoque de la revista, finalmente estamos colaborando con un artículo en cada número. Si leéis este blog no os llevaréis sorpresa alguna si os digo que tienen que ver rutas de larga distancia en MTB. Son ya unos cuantos años en los que documentamos los viajes a través de crónicas diarias que escribimos en vivo y en directo. Conforman la sección Rodamos Suave Suave de nuestro blog. Luego, poco a poco, hemos ido también reuniendo esas crónicos en libros con formato ebook, todos ellos disponibles en mtbinnotavion, un espacio del otro blog que abrimos a cuenta del doctorado. Por cierto, aprovecho para informar que en fechas próximas estará disponible el ebook de nuestra última ruta por Portugal y Extremadura.
Volviendo a la revista que Ángel Toña ha puesto en el mercado, se trata de un producto que pretende reflejar la diversidad de la cultura ciclista actual. Eso sí, intenta alejarse de la filosofía de licra, el potenciómetro y el esfuerzo hasta el límite para compartir otra visión de la bicicleta que, sin excluir a nadie, refleje un estilo de vida. Claro que las tribus ciclistas son cada vez más numerosas. En esta diversidad a veces cuesta encontrar el común denominador. Pero haberlo, haylo. Y aunque el mercado ha reventado en mil nichos distintos, quiero pensar que una bici es un artefacto que nos posiciona ante el mundo de una cierta manera: amable, sostenible, con conciencia social, en busca de un mundo mejor. ¿Idealismo? En parte tiene que ser así.
Los tiempos actuales reflejan un nuevo boom de la cultura ciclista. En general, las ventas van disparadas. Paradójicamente, el coronavirus trajo buenas noticias para el sector. La gente entendió que la bici (incluyendo la estática y el rodillo) podía convertirse en un argumento para fortalecer la salud, tanto física como mental, y al mismo tiempo podía ayudar a defendernos de alguna forma de la covid19.
Bizikletan-Andar en Bici es un proyecto que aún está en sus primeros meses de vida. Habrá que ver cómo crece y evoluciona. Está pendiente el desarrollo de toda la estrategia digital. Porque sí, como os decía, ha venido al mundo en formato papel, pero no hay duda de que hay que pensar también en digital y esto es harina de otro cantar. Por mi parte, he colaborado con tres artículos, uno primero sobre la Cicloextremeña, uno segundo sobre la TransIberia y el último sobre el Camino Olvidado de Santiago. Mi intención es trasladar no solo una información más o menos práctica sobre estas rutas, sino alguna que otra vivencia personal asociada a la ruta.
Si os animáis a comprar la revista veréis que la gama de contenidos es amplia. Normalmente aparecerá alguna persona conocida que nos contará su conexión con el mundo de la bici (el caso de Edurne Pasaban, Peio Ruiz Cabestany o Mikel Erentxun), junto con secciones de rutas, revisión de material, análisis de modelos, salud, puesta a punto, etc. También encontrarás contenidos más relacionados con la filosofía ciclista. Quién sabe, a lo mejor algún día pasa por la revista Guillaume Martin y nos explica su punto de vista ciclósofo, aunque lo suyo sea la licra, las piernas depiladas y los watios.
En torno a la revista se mueve un amplio equipo de colaboradores. Si eres del mundillo verás algunos nombres ilustres. Ángel, a sus 70 años —qué gusto ver jóvenes de esa edad con ganas de emprender nuevos proyectos— atesora un bagaje relacional inmenso y eso se ve enseguida en quiénes son las personas que colaboran. Existe, además, un claro empeño en que la revista desarrolle un enfoque inclusivo, sobre todo de género. Cuesta y hay mucho que avanzar, pero en el ADN del proyecto la intención es clara.
En fin, la criatura tiene unos pocos meses de vida y hay que darle tiempo, como decía, a que vaya progresando. He querido esperar a que hubiera varios números en la calle para compartir este proyecto con el que colaboramos desde el inicio. A partir de ahora iré informando cuando salga un nuevo número a la calle. De momento van tres. En papel, todo un logro, ¿no?