21 Cedillo – Zarza la Mayor #PortugalMTB

by Julen

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Después de un día de reposo en Cedillo hoy tocaba retomar la ruta ya en lado hispano de La Raya. El día amanecía fresco. Con la chaqueta puesta salíamos del pueblo con una luz espectacular.

En estas cinco últimas etapas vamos a conectar con la Cicloextremeña, esa vieja conocida a la que tanto cariño tenemos. No hace mucho publicaba un artículo sobre ella en Andar en bici/Bizikletan, la revista en la que he comenzado a colaborar, y también tenéis todo un ebook en el que recopilé 14 días de ruta allá por la Semana Santa de 2017. Eso sí, esta vez pedalearemos en sentido de las agujas del reloj, no como la vez anterior.

Detrás queda, por tanto, un día entrañable allá en Cedillo. Cené con los padres de mi amiga de la infancia y escuché historias de cuando se vinieron allá por 1964 a Bizkaia. Todo ha cambiado, en gran parte para bien. Ahora hay trabajo en Cedillo. De nuevo se trata de electricidad, pero en vez de la fuerza del agua, tiene que ver con un enorme parque de paneles solares que esta en construcción a la salida del pueblo. Impresionante en extensión. Un poco antes, el pasado sobrevive: una tumba antropomórfica de origen medieval.

El día en Cedillo ha venido de perlas para descansar de tanto pedaleo. Le dimos unos cuantos cariños a la bici y toca ahora acometer los kilómetros que nos conducirán, si todo va bien, hasta Béjar, desde donde tengo previsto regresar en autobús a Bilbao.

Con el cambio de hora a este lado de La Raya, es a las 7:30 cuando se hace de día. Pedaleamos hacia Membrío, donde nos unimos a la Cicloextremeña en busca de otro paso emblemático del Tajo: el que nos pone en contacto con el puente romano de Alcántara. Pero hasta Membrío toca pedalear 50 kilómetros por dehesas y luego otros 30 más hasta Alcántara.

Vamos dejando atrás Herreruela de Alcántara, Carbajo y Santiago de Alcántara. Junto a las ovejas, cerdos y ganado vacuno, alguna que otra cebra.

Paramos en Membrío. Un sábado a las diez de la mañana no ofrece mucho movimiento. Claro que la churrería tiene una buena cola. El desayuno tradicional es el desayuno tradicional, faltaría más. En fin, vamos hacia Alcántara, ahora sí, ya por la Cicloextremeña.

Continuamos por carretera. El río Salor nos enseña su trazado antiguo con un puente bien coqueto. Claro que para puente en la etapa de hoy, el de Alcántara.

Poco antes de llegar a Alcántara tomamos una pista a la izquierda que en un par de kilómetros nos deja en el Camino Natural del Tajo por el que entramos en el pueblo.

Enseguida se nota la animación. Mucha gente por las calles. El Festival de Teatro Clásico se celebra estos días y supongo que contribuye al bullicio que se percibe. Muy diferente a cuando pasamos de ruta por aquí allá en 2017. En la «plaza de los bares» las sillas en las terrazas empiezan a escasear. No obstante, conseguimos avituallamiento sólido y líquido para afrontar la última parte de la etapa.

El puente romano de Alcántara luce espléndido. Como ya comenté hace cuatro años, cuando pasamos por aquí, ¡al loro, que era de segunda división en la liga de las calzadas romanas! No era, digamos, una vía principal. Cómo se las gastaban estos romanos. Claro que te pillas unos cuantos miles de esclavos y lo rematas sin mayor problema en un abrir y cerrar de ojos. Otra cosa es el diseño de la estructura allá a principios del siglo II. Nivel el que tenían, ¿no?

Seguimos el trazado de la Cicloextremeña que nos ofrece unas estupendas vistas sobre el puente. A la derecha queda el moderno pantano y la tremenda presa. Nosotros seguimos a por el siguiente hito: el menhir del Cabezo que, por cierto, fue levantado en 2005 (estaba caído). Si os interesan, detalles, os dejo un artículo sobre la piedrita de doce toneladas de peso.

Enseguida llegamos a Piedras Albas. Otra parada para ingerir líquidos, bronca de una señora porque dejo la bici apoyada en su pared e interés del concejal de deportes del pueblo por la ruta que estoy haciendo. Veraz todo al cien por cien.

Tras un despiste que me hace retroceder un kilómetro y un tramo final que comienza por Cañada Real de Gata pero que luego se pierde en subebajas constantes por pistas entretenidas, llegamos a Zarza la Mayor. Cansado, la verdad. Ya solo nos quedan cuatro etapas.

Kilómetros totales hasta esta etapa: 1.538,15.
Metros de desnivel acumulado hasta esta etapa: 27.063.

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📷 Fotografías de la ruta cargadas en el álbum de Flickr.

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