Un asunto demasiado familiar, de Rosa Ribas #NovelaNegra 14

by Julen

Soy de los que se ha leído la serie completa de novelas que Rosa Ribas ha dedicado a su comisaria hispano-alemana Cornelia Weber-Tejedor. Por mis manos pasaron Entre dos aguas, Con anuncio, En caída libre y Si no, lo matamos. Por cierto, los tres primeros casos puedes encontrarlos en un único volumen. Además, si prefieres moverte por la Barcelona de la posguerra civil, tienes la otra serie de Rosa (sí, también la hemos leído), la de Ana Martí: Don de lenguas, El gran frío y Azul marino. Y sí, también tienes las tres obras reunidas en un ejemplar: Trilogía de los años oscuros. Hay que decir que esta serie de Ana Martí la publica en colaboración con Sabine Hofmann. ¿Qué queréis que os diga? Pues sí, Rosa Ribas está entre mis autoras de cabecera en el género negro actual.

Un asunto demasiado familiarTraemos a esta sección de reseñas la que corresponde a la primera de las dos novelas que ha publicado sobre la agencia Hernández Detectives: Un asunto demasiado familiar. Publicada en Tusquets en 2019, la serie cuenta con otra más, de reciente aparición: Los buenos hijos. Un día de estos caerá, dadlo por hecho. Desde luego que la empresa de detectives privados es, cuando menos, curiosa. Allí trabajan Mateo Hernández, el padre y fundador del negocio, y sus hijos, Amalia y Marc. Además, cuentan con un asistente, Ayala, para los asuntos turbios. Nora, la tercera hermana en discordia, que también trabajó en la agencia, ha desaparecido y en torno a ella gira buena parte de la trama de esta novela.

Los asuntos familiares sirven para ocupar muchas páginas de la novela. La mujer de Mateo, Lola, es un personaje central y de gran fuerza. Sus problemas psicológicos forman parte de la escena con tanta presencia como las propias investigaciones. Desde luego que se nos dibuja una familia peculiar. Pero, ¿cuál no lo es cuando se investiga puertas para dentro? El caso que les toca investigar en Hernández Detectives tiene mucho que ver con el pasado del padre. Mateo se enfrenta a los tiempos duros de los 80, una época en la que ejercía de quinqui en calles repletas de droga y malas compañías. Carlos Guzmán, un constructor de la peor especie, le encarga un trabajo: encontrar a su hijo desaparecido. Pero no es un encargo cualquiera.

Echó una mirada a los diplomas de detectives en la pared, presididos por el de su padre. Su madre no lo tenía. Ella era su musa, el arcano furioso, que lo inspiraba con su negro conocimiento del alma humana.

No sé por qué, pero me costó hacerme con la novela. Sin embargo, poco a poco me fui adentrando en la familia Hernández y casi terminé por sentirme uno más del clan. Una vez allí, de nuevo surgió la necesidad de seguir leyendo a toda pastilla hasta saber qué había pasado con Nora, la otra desaparecida. Un caso lo es por encargo; el otro por familia. El primero desasosiega porque escarba en el pasado de Mateo, pero el segundo escarba en la propia familia, en lo que fue, lo que es y lo que será.

Cuando la leía me parecía asistir a un buen ejemplo de literatura costumbrista, que retrata a una familia como parte de una escena más amplia. Porque las investigaciones permiten saber lo que está detrás de la fachada de los demás. ¿Qué pasó realmente en aquel caso?, ¿fue un accidente o algo más? La deontología parece exigir que no se investigue a la familia. Pero la profesión es casi vocación: ¿cómo no querer saber más de quienes te rodean? Sin embargo, esa actitud conduce a territorios peligrosos en lo emocional y a conexiones que abren nuevos interrogantes: ¿somos lo que parecemos o cada cual guarda su particular tormento personal?

En fin, a ver si empiezo con la segunda de las novelas que Rosa Ribas dedica a la agencia Hernández Detectives. Ahora que ya he entrado de lleno en la familia no es tan fácil abandonarla.

La imagen está extraída de la galería del sitio web de Rosa Ribas.

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2 comentarios

Iñaki Murua 20/04/2021 - 22:01

Una de mis escritoras favoritas. Y muy maja, además.
Me parece que te falta alguna novela suya por leer, Julen 😉
Un par de datos más: fue profesora de lenguas, entre otros trabajos, y tiene un artículo publicado en euskera Erroreen zuzenketa, tresna didaktiko gisa

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Los buenos hijos, de Rosa Ribas #NovelaNegra 21 – Consultoría artesana en red 01/06/2021 - 05:30

[…] la segunda novela de la saga que Rosa Ribas ha puesto en marcha dedicada a Hernández Detectives. Me encantó la primera, Un asunto demasiado familiar, y esta segunda la encuentro tan recomendable como la anterior, si no más. Ya estoy salivando a la […]

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