09 Cameros en estado puro

by Julen

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De las etapas con Alberto, la de hoy era la etapa reina. Al final nos han salido 106 kilómetros y 2.219 metros de desnivel acumulado en algo más de 7 horas de pedaleo. Todo ello en Tierra de Cameros, en La Rioja, un lugar que bien merece la pena conocer: eso sí, cada época del año presenta matices. A mí me gusta especialmente el otoño, pero ya veis que, aún en pleno verano, sigo acercándome a pedalear sus caminos, pistas y carreteras de montaña.

El plan del día era sencillo: tres puertos. El primero subiendo desde Zarzosa por la ermita de Canalejas hacia la zona de aerogeneradores; el segundo y el tercero, ambos por carretera, han sido los de La Rasa y Peña Hincada. Aquí la orografía es sencilla: valles excavados a lo largo de los años por los que los ríos y arroyos van más o menos alegres según la época del año y montañas en cuyas laderas puede haber pino para explotación forestal o bosques más tradicionales. Y arriba en las cresterías vistas espectaculares.

En Arnedillo hubo tiempo de repetir en la comida y en la cena un glorioso plato con tomate y aceite, así, sin más. Venía limpio, sin ningún otro condimento, aunque nosotros recurriéramos a la sal. En el restaurante La Pista, uno de los que hay en la zona alta, en la carretera, podéis degustar este manjar. Avisadas estáis.

También paseamos por las pozas y nos acercamos al balneario. Creo que estamos en edad de empezar a ver estos establecimientos como potenciales aliados. Siempre los rodea un aire decadente, aunque en este caso el de Arnedillo se veía bastante animado, quizá por la época estival en que estamos.

Perdón, vuelvo al pedaleo. La salida de Arnedillo empieza a picar poco a poco hacia arriba. Están trabajando limpiando las orillas de la carretera y solo son poco más de las siete de la mañana. Hoy parece que el calor va a apretar y quien más quien menos se aplica a primera hora. Nosotros en el pedaleo y los currelas en la carretera.

Llegamos a Munilla. Allí luce tremendo el edificio de su casino, que es también alojamiento y restaurante. Ayer me contaba Alberto cómo gestionan ellos el de Mundaka y yo le explicaba el rol que jugaban hace años en El Hierro, en donde vimos una exposición que aportaba mucha información al respecto. No hay duda de que para entender la sociedad herreña hay que atender a lo que sucedía en sus casinos.

Dejamos atrás Munilla y llegamos a Zarzosa, donde termina la carretera asfaltada y se coge un GR que nos lleva a la ermita de Canalejas, muy coqueta. Junto a ella luce una estupenda fuente con un chorro que llena el botellín visto y no visto. A partir de aquí una pista enorme nos va subiendo hasta la zona de aerogeneradores. Pasamos por bosques de haya y de robles y, cómo no, hacemos amistad con una multitud de insectos voladores que con alegría y regocijo salen a nuestro encuentro y se ponen a revolotear delante de nuestras narices. Es lo que toca.

La primera bajada del día nos deja en la carretera que sube al Alto de Sancho Leza. Nosotros bajamos hasta San Román de Cameros para llenar un poco el buche de frutos secos y las bebidas pertinentes. Ya aprieta el calor. Pues, venga, que toca subir el puerto de La Rasa. Poco a poco todo llega. En la subida nos adelantan como meteoros varios ciclistas de carretera. Nuestras ruedas gordas y las mochilas a la espalda limitan nuestro avance. Arriba en la cima le espero un rato a Alberto, que viene más suave, a la sombra de unos pinos.

Segunda bajada del día. Cogemos agua en la fuente de la plaza de Almarza. Lo que al principio es una delicia por su frescura enseguida se recalienta en el botellín. Ya abajo cruzamos el río Iregua y comenzamos la tercera y última de las subidas serias del día. Tomamos la carretera que va hacia Nieva de Cameros y El Rasillo. Alberto tiene que parar a meterse una barrita, las subidas y el calor hacen su efecto. Menos mal que encontramos un bar muy agradable junto a la carretera ya en El Rasillo.

Queda todavía la subida a Peña Hincada por Ortigosa. A Alberto el termómetro le marca 41 grados y a mí casi 39. Pues nada, suave suave para arriba. El cielo se está poniendo de tormenta. La temperatura comienza a bajar de forma espectacular. Arriba en la cima los 39 grados que veía en mi GPS se han quedado en 21. Se oyen truenos y luego en la bajada hacia Brieva veremos unos buenos relámpagos en el horizonte. Esta bajada, que sepáis, es espectacular por paisaje, desnivel y por la carretera en sí.

El descenso continúa tras pasar Brieva hasta llegar al valle del río Najerilla y continúa después hasta nuestro final de etapa en Anguiano. Al de poco de llegar descarga un buen chaparrón que se alarga su buena media hora. Menos mal que lo hemos librado. Me siento cansado, como es lógico. Cuesta escribir la crónica; los ojos quieren cerrarse. Hasta aquí llego. Mañana más.

Peña Hincada

Alberto subiendo el primer puerto desde Zarzosa

Puerto de La Rasa

Ermita de Canalejas en Zarzosa

Más fotografías de la ruta

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