08 En busca del track perdido

by Julen

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Navarrete es un pueblo marcado hoy en día por el Camino de Santiago. La oferta de alojamientos y comidas gira en torno a los peregrinos, una especie que ha ido creciendo con los años… hasta que llegó el coronavirus. Pocos, muy pocos se veían. Eso sí, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción luce a la entrada su Santiago Peregrino y desea a quien entra buen camino. A los pies de la talla, la fecha: siglo XXI. Se ve que alguien se dio cuenta en los últimos tiempos de que hacía falta un detalle con tanto peregrino. Conste que la iglesia merece la pena, sobre todo, por su impresionante retablo mayor.

La tradición de Navarrete ha estado vinculada a la alfarería y en la iglesia parroquial también lucen Santa Rufina y Santa Justa. Su historia allá por los tiempos de maricastaña en la Córdoba dominada por los árabes tiene que ver con la alfarería. Venga, ya os estáis enterando, no todo os lo voy a dar en bandeja.

Como casi todos los días, a las siete ya estábamos recogiendo las bicis para comenzar la faena. El primer tramo nos lleva a Logroño por el Camino de Santiago. Bueno, el que viene de Santiago, porque nosotros lo hacemos, al igual que ayer, en sentido contrario al de la marcha de los peregrinos que se dirigen a Compostela. Vemos algunos más que ayer, pero nada que ver con otros años.

El track se nos pierde al entrar en Logroño. Callejeamos siguiendo más o menos el sentido de la marcha para salir hacia Villamediana de Iregua. Es momento de tráfico bastante intenso y lo sufrimos. Toca andarse con ojo. Una vez que dejamos atrás Villamediana se recupera la natural tranquilidad de esta ruta. Toca otra buena tunda de carreteritas y pistas solitarias. Eso sí, de nuevo con tramos que se pierden. Es lo que tiene manejar datos de hace diez años. Porque esos son los que tiene el track que ha cogido Alberto. Le da interés a la ruta por lo que habrá o no una década después.

En Ausejo nos avituallamos de líquido. Es media mañana y el sol aprieta un poco más que ayer. A la salida del pueblo cogemos una pista de pedrolos que menos mal que es en bajada. Al revés habrían salido unos cuantos juramentos. Seguimos, dicho sea de paso, entre cereal y viñedo. Por esta zona la uva se ve mucho más madura que por tierras más altas. Vamos camino de Calahorra pensando de nuevo en reponer líquidos. El viento, aliado como pocas veces, nos empuja hacia el este y bien que lo agradecemos.

Damos una buena vuelta por Calahorra hasta bajar a su catedral. La idea era tomar algo, pero nos hemos liado un poco y decidimos coger la Vía Verde del Cidacos. Ya encontraremos algún bar en Autol o en Quel. Finalmente será en este segundo pueblo donde, además de líquido, caiga un tentempié de jamón serrano con tomate y de postre un plátano. Solo quedan 20 kilómetros hasta Arnedillo, nuestro final de etapa.

La vía verde continúa agradable pegada al río Cidacos. Sube poco a poco. Desde los poco más de 300 metros en Calahorra a los más de 650 en Arnedillo. Pega bien el sol pero es llevadero. Si antes de llegar a Quel se cruza un túnel bastante largo, creo que aún lo es más el que taladra el pueblo de Arnedillo. Están iluminados y son muy reconfortantes por el fresco que hace en su interior.

Una vez en Arnedillo, tras ducharme, hacer la colada y comer una fantástica ensalada de tomate, veo que tengo un comentario de un amigo en Instagram que me tomo a modo de broma. Es a cuenta de una foto en uno de los túneles y dice que están por ahí. Pues resulta que no es que estuviera escondido por algún lado del túnel, sino que él y una amiga suya están ahora mismo en Arnedillo tomándose un café en una terraza al lado de donde me acababa de comer mi ensalada. ¡Qué casualidad!

No es un amigo cualquiera, no; es otro cicloturista con muchas rutas en los pies. Hoy se han venido desde Ventas Blancas cruzando unos buenos montes. Van en modo autosuficiencia, no como Alberto y servidora, que en plan señoritos pernoctamos en hotelitos y casas rurales. Para gustos los colores,claro está.

Pasamos un buen rato de tertulia en gran parte con nuestros viajes en bici como tema común de conversación. Ya les comento que hoy saldrán en la crónica diaria. Mientras, las pozas tan típicas de Arnedillo esperan ahí abajo en el río. Hay aguas termales que surgen del calor del subsuelo y otras me temo que más frescas que bajan de las cumbres de esta Tierra de Cameros. Alberto y ellos dos tienen ese plan. A mí me toca escribir la crónica. Y tan a gusto, claro. Luego me acerco al río Cidacos.

Puente sobre el Cidacos

Túnel entre Autol y Quel

Un crucero muy particular a la salida de Cirera

Más fotografías de la ruta

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4 comentarios

Jabi 29/07/2020 - 19:06

Hola, Julen!
Has viajado muy cerca de donde paso yo el verano, en el valle de Ocón.
La foto de crucero es de Corera, antes de llegar al Real.
Buen viaje, y no te achicharres!!
Jabi

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Julen 29/07/2020 - 19:50

Pues ahí hemos parado a hacer la foto

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Juan Manuel Muñoz 29/07/2020 - 23:23

Santas Justa y Rufina son las patronas de Sevilla, lugar de su nacimiento. Y espero que os protejan del calor extremo que de espera por el Norte

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Julen 31/07/2020 - 19:27

La historia que leímos las colocaba en Córdoba

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