06 Ancha es Castilla hasta llegar a La Bureba

by Julen

Actualización con datos de Strava: https://strava.app.link/BYFMWRnVs8

El castillo de las Rojas

Las reales salinas de Poza de la Sal

Llegué a Mave a las dos y media. Eso quiso decir: ducha, colada y a comer. El programa incluyó también una siesta de campeonato, de las de boca abierta e hilillo de baba, para qué engañarnos. Sí, de las que saben a gloria bendita. Quise escribir el post después de comer, pero las líneas empezaron a bailar hacia arriba y hacia abajo y no hubo forma. KO en el primer asalto sin necesidad de violencia alguna. Yo mismo me tiré a la lona sin que nadie me tocara un pelo.

Tras volver desde las profundidades de Morfeo al mundo de la vigilia terminamos lo que habíamos empezado. Eso sí, con una conectividad triste; no me digáis por qué, ya que veía cobertura suficiente en el teléfono. Misterios de Santa Tecla. Por cierto, cuarto día que no puedo compartir los datos de la etapa porque sigue la movida de Garmin con el ataque de ransomware. Como en tantas otra ocasiones, la información que ofrecen este tipo de compañías es, por decirlo suave, lamentable. Strava dice que ya están en el camino de la solución pero hoy lunes sigo sin poder incluir enlace a la etapa.

A las siete -en el día en que hay aviso por calor extremo- salgo de Mave con 9 grados. Hoy he diseñado etapa de conexión hasta Briviesca por el camino más corto. Eso incluye un tramo de carretera nacional. Es lo que hay.

La ruta comienza por otra de esas encantadoras carreteritas de la meseta castellana. Tras probar sin el cortavientos, el fresco y la humedad me ponen en mi lugar. Hay que abrigarse. El día está despejado pero justo al llegar a la carretera nacional se mete la niebla, que me acompañará durante un buen rato. Hay arcén y tampoco demasiado tráfico, menos mal. Van pasando los kilómetros. Cada cien metros hay indicación en el arcén. Te puedes volver loco contando cada señal, pero es que fuera no hay más que niebla.

Paro en un bar a hacer algo de tiempo y dejar que el día levante. No tienen pan. Pues vaya. Improvisamos un desayuno a base de pistachos y surtido de frutos secos porque paso de la bollería industrial. Entra el típico lugareño a por su carajillo. ¿Mascarilla? No me toques los cojones. Por cierto, igual que el camarero: aquí las mascarillas no se llevan.

Por fin abandono la carretera nacional para coger dirección hacia Briviesca pasando por Masa y Poza de la Sal. El paisaje no cambia. Nos elevamos un poco para pedalear en torno a la cota de los mil metros. El calor empieza a apretar, aunque es llevadero. Entro en zona de parques eólicos y escucho sus aspas intimidantes al coger velocidad. El viento pega sobre todo de costado y no muy fuerte.

Por fin alcanzo el corte que da pie a la comarca de la Bureba. Tras la monotonía de la meseta, se abre un paso entre grandes peñas para descender primero a Poza de la Sal y luego ya a la llanada que conduce a Briviesca. En el descenso hago dos paradas: una fuente a la que era imposible resistirse y el castillo de los Rojas, que protegía el pueblo de Poza de la Sal.

Las salinas del pueblo se explotaban ya en época romana y a ellas ha debido el esplendor que tuvo en su día. Me meto un poco por sus callejuelas en cuesta y me acerco hasta la plaza del kiosco para tomar algo en una terraza. Llevo casi 80 kilómetros y quedan otros 20 hasta Briviesca. Me temo que una vez dejada atrás la meseta a mil metros de altitud ahí abajo en la Bureba el calor va a apretar.

Me pido un pintxo de tortilla de patata. Ejem. Ya tendría yo unas palabras con quien la haya cocinado. Vaya mierda, con perdón. No sé cómo se puede poner tan poco empeño. No había más opción en la barra y ya me pareció un poco cutre, pero en el plato, al comerlo, se confirmaron los peores augurios. Lo arreglamos como podemos con un plátano, ya que hay puesto de fruta y verdura en la plaza.

Efectivamente, los 20 kilómetros finales se hacen un poco bola. Calor, viento y apenas sombra conforman un cóctel nada apetecible. Es lo que toca. Mañana será otro día, con dinámica diferente al pedalear acompañado. Lo contaremos por aquí. Ciao!

Más fotografías de la ruta

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